Si hay algo dulce que me apasiona es la crema. Soy capaz de comerme un bol lleno a cucharadas aunque reviente. Hoy os traigo la “Crème Brûlée”. Es una crema que se asemeja a la crema catalana porque llevan prácticamente los mismos ingredientes, pero con la diferencia de que a ésta última se le añade harina de maíz para espesar y se cocina en el fogón y la otra en el horno al baño María. La textura por tanto es diferente.
Para elaborarla necesitamos:
3 yemas
1 huevo entero
60 g azúcar
350 ml nata
100 ml leche entera
1 cdta vainilla en pasta
azúcar moreno para caramelizar
Preparación:
Como en todas las recetas de horno, lo pondremos a precalentar mientras hacemos la preparación. En este caso a 200ºC, arriba, abajo y ventilador.
En un bol vamos a mezclar las yemas junto con el huevo entero y el azúcar. Batimos hasta que aumenten el volumen. A parte, calentamos a fuego medio la nata con una cucharadita de vainilla en pasta. No tiene que hervir únicamente calentarse. También podéis usar la vainilla en vaina. Para ello lo único que hay que hacer es abrirla a lo largo por la mitad y retirar la carne con la punta de un cuchillo. Personalmente yo prefiero la que viene ya preparada porque, seamos sinceros, es más cómodo y si es de buena calidad no varía mucho el resultado de una a otra.
Seguimos. Una vez batidas las yemas, vamos a ir añadiendo la nata caliente poco a poco (para que no se cuaje al momento) mientras removemos con varillas hasta que esté completamente mezclado. Rellenamos los recipientes que habremos colocado en una bandeja con fondo y echamos agua caliente en ésta hasta cubrir la mitad de la altura de los recipientes. Bajamos la temperatura del horno a 180ºC y dejamos encendida únicamente la parte de abajo. Ponemos la bandeja en la parte inferior y horneamos durante 45´. Pasado ese tiempo, sacamos la bandeja del horno y dejamos los recipientes con la crema dentro de la bandeja hasta que se enfríe por completo el agua.
Una vez fría el agua, sacamos los recipientes y a la nevera a enfriar. Es preferible hacerlo de un día para otro. En el momento de servir, espolvoreamos con el azúcar y lo caramelizamos con un soplete de cocina para formar una costra fina y crujiente. El azúcar moreno tiene ese puntito acaramelado que al quemarse realza su sabor. Ojo, no caramelizaremos el azúcar con la crema templada o caliente pues el azúcar se diluye. La crema debe estar bien fría. Es preferible hacerla el día anterior o dejarla enfriar unas cuatro horas. Si no disponéis de soplete otra solución es darle un golpe de grill.
Os prometo que está realmente deliciosa!!! quien puede resistirse?? Yo no.
Me encanta todo lo k haces, eres una crak!!!!
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Muchas gracias!! me alegro de que te guste. Besos
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Mmm. Solo de ver la elaboración ya se me hace la boca agua.
Impecable. Como siempre.
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Gracias chati. Un abrazo
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Otra para probar…..tiene que estar buenisima…
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La verdad es que sí. Está muy rica. Qué te voy a decir yo que tengo vicio con la crema!!jejej
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Cada semana te superas!!! Que buena pinta tiene!!!
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Gracias chati, espero que la hagas pronto, te gustará.
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