Cuando se trata de rellenar bizcochos, brioches, hojaldres…normalmente recurrimos a la crema, al chocolate, a la nata o incluso a la mermelada.

Hoy os presento el Lemon Curd. Es una crema de limón de origen inglés, muy sutil y que le aporta delicadeza a nuestros postres. Si os gusta el limón, ésta es vuestra crema. Una vez hecha se ha de conservar en nevera y no por mucho tiempo,  tres o cuatro días a lo sumo.

Se cuaja al baño María. Una vez fría espesa bastante, por lo que os recomiendo que la hagáis el día anterior a darle uso.

En cuanto a dulzor deberéis  adaptar la receta a vuestros gustos. Yo le he puesto una cantidad determinada de azúcar que es como a mí me gusta. Pero podéis ponerle menos o añadirle más, teniendo en cuenta que una vez fría se acentúa el sabor dulce.

Dicho esto, vamos con ella. Necesitamos:

2 limones

2 huevos “L”

150 g de azúcar

100 g de mantequilla

En primer lugar vamos a rallar la piel de los limones evitado  la parte blanca ya que ésta amarga y después los exprimimos. Infusionamos la ralladura de limón junto con el zumo en un cazo a fuego medio durante cinco minutos. Colamos y reservamos el zumo desechando la ralladura. La  crema ha de quedar fina. En un bol apto para el baño María mezclamos el zumo junto con el azúcar  y lo ponemos a cocer removiendo con varillas hasta que se haya disuelto por completo el azúcar. Seguidamente añadimos, en forma de hilo, los huevos batidos, sin dejar de remover  hasta que la crema haya espesado (unos 5 minutos aprox). Retiramos del fuego, añadimos la mantequilla a dados y removemos bien para que se integre por completo. La mantequilla le va a aportar cremosidad y suavidad.

Una vez hecha, la vertemos en un tarro de cristal y la tapamos inmediatamente para evitar que se forme una costra en la superficie. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y después la llevamos a la nevera.

Tiene un sabor especial que no podéis dejar de probar.