Si os digo la verdad, esta mona no la he hecho ahora. Es de hace un par de años. Por eso no puedo poneros fotografías del proceso puesto que en aquél entonces no pensaba que hoy estaría publicando esta entrada. Así que las únicas que tengo son las que veis aquí y que las tiré con el móvil para inmortalizarla.  La tradición dice que la palma la regala la madrina el Domingo de Ramos y la mona la regala el padrino el  Lunes de Pascua,  a su ahijado/a. Sea como fuere, esta es la que yo hice.

Os explico que se componía de dos bizcochos, con  relleno y cobertura de ganache de chocolate y adornada en su parte superior con buttercream de vainilla y figuritas de fondant  que había hecho unos días antes para que se secaran.

Para hacer la hierba teñí la buttercream con colorante en pasta de color verde y utilicé una boquilla.

Hacer la buttercream es muy sencillo,  simplemente  batiremos con varillas eléctricas la mantequilla a punto de pomada junto con el azúcar glass   a partes iguales durante unos 5 minutos hasta que coja textura. Está la opción de aromatizarla y  de teñirla. En este caso utilicé vainilla en pasta y colorante en pasta también.

Y para hacer la ganache de chocolate  pondremos  de calentar  nata  hasta el punto de ebullición, momento en el que retiraremos del fuego y añadiremos la misma cantidad de chocolate fondant troceado. Dejaremos reposar y batiremos con una espátula hasta que esté completamente derretido. Lo dejamos enfriar a temperatura ambiente y no utilizaremos hasta que enfríe totalmente que es cuando habrá adquirido textura tipo nutella.

Nada más puedo deciros, salvo que hizo mucha ilusión y gustó mucho.

Hasta la próxima entrada.