Tartaleta primaveral con frambuesas

IMG_8366 (7)Por fiiiiiin……. Llegó la primaveraaaaa!!! Porque, aunque oficialmente entró hace un mes, ya habéis visto como se las ha gastado este año. No nos hemos despegado del paraguas. Y es que parecía estar haciendo honor a ese refrán que dice “en abril, lluvias mil”. Qué ganicas de sol!! vitamina D por favooooor!!. Ahora eso sí, los campos están floridos, los ríos y pantanos rebosantes… es una maravilla. Algo bueno nos tenía que dejar. Y ni que decir tiene el ambiente alegre que se respira porque, lo creamos o no, el tiempo afecta al humor de las personas. Y es que el sol nos da vida, nos hace producir serotonina, ya sabéis, la hormona de la felicidad. Nos sentimos entonces más contentos, más receptivos, más optimistas, con ganas de hacer infinidad de cosas…..si nos descuidamos hasta nos falta tiempo para hacer todo lo que queremos hacer  🙂

Así que para dar la bienvenida a la tan esperada primavera, os traigo una tartaleta repletita de flores y con un relleno de frambuesas delicioso.

Vamos a necesitar: 

Para la masa quebrada:

400 g de harina floja

250 g de mantequilla fría

50 g azúcar glass

½ cucharadita de sal

1 huevo 

1 yema y 1 cda leche para pincelar

Para el relleno:

175 g frambuesas

85 g azúcar

15 g harina de maíz

Lo primero que haremos será preparar el relleno. Para ello pondremos las frambuesas junto con el azúcar en un cazo y lo llevamos a fuego medio-alto. Cuando comience a burbujear, bajamos la temperatura y dejamos cocer unos 15´.  Añadimos la cucharada de harina de maíz y cocinamos 5´ más sin parar de remover. Vamos a conseguir una especie de compota ya que el jugo va ha quedar trabado y no tan líquido evitando que humedezca la masa. Reservamos.

Para hacer la masa  vamos a poner la mantequilla fría y troceada en un bol junto con la pizca de sal, el azúcar glass y la harina. Vamos a mezclar con las manos, mezclar no amasar, hasta conseguir una especie de migas. Vamos a procurar que la mantequilla no se derrite del todo, de hecho nos interesa que queden trocitos porque es lo que va a aportar el crujiente a la masa. En este punto vamos a añadir el huevo y seguimos mezclando únicamente hasta que veamos que la masa ha cohesionado. Insisto, no hay que amasar como si fuéramos a hacer pan, sólo mezclar.  Hacemos una bola, tapamos y dejamos reposar en la nevera unos 10 minutos. 

Seguidamente dividimos la masa en dos. Una la dejamos de nuevo en la nevera y la otra la colocamos entre dos papeles de hornear y la estiramos con rodillo dándole la forma del molde que vamos a usar (redondo, rectángulo…)  y de un grosor de 1 cm aprox. Engrasamos el molde y forramos con papel vegetal para que después el desmoldado sea más fácil. Tened en cuenta que, como su nombre indica, es una masa que se quiebra sólo con mirarla y cuando desmoldamos es cuando corremos más riesgo de que se nos rompa. Enrollamos la masa sobre el rodillo, colocamos sobre el molde, la acomodamos con las manos con delicadeza y recortamos el sobrante con un cuchillo. Pinchamos la base para que no se infle al hornearse.

Ahora extendemos nuestro preparado de frambuesas y, cómo veréis, yo he vuelto a recortar un trocito más de masa para que la tarta salga más finita ya que sinó habría que poner mucho relleno y no estaría equilibrada de sabor,  resultando un poco pesada al comer.

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Con la masa que teníamos reservada vamos a hacer unas tiras que entrelazaremos y colocaremos a modo de embellecedor por el borde superior de la tarta. Con ayuda de cortadores de varias medidas (en este caso son cortadores para fondant) haremos unas flores  y las iremos colocando a nuestro gusto por encima del relleno.

Mezclamos la yema de huevo con la cucharada de leche, pintamos las flores y los bordes y volvemos a meter la tarta en el frigorífico durante 1/2 hora.  Es importante que se mantenga en todo momento fría para que la mantequilla no se derrita antes del horneado. Queremos que nos quede muy crunchy. 

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Precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo y  metemos la tarta en la parte inferior del horno para que se cocine la base con rapidez. Cocinamos durante 35-40´ o hasta que veáis que está dorada. Sacamos del horno y antes de desmoldar dejamos enfriar por completo dentro del molde y sobre una rejilla.

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Es una tarta que se deshace en la boca y que sin duda os va a gustar muchísimo. 

NOTAS:

  • Otra opción en lugar de hacer el relleno de frambuesas, es comprar la mermelada directamente. Pero ahí ya no controlamos la cantidad de azúcar añadida….y todas esas cosas que ya sabéis. Pero como os digo, es otra opción que muchas veces nos saca de un apuro cuando no tenemos tiempo.
  • Si esta tarta la hacéis en un día caluroso y, mientras estáis haciendo las migas con la mantequilla, observáis que ésta se está derritiendo, meted el bol en la nevera unos 10 minutos para que endurezca. 
  • Sobretodo no metáis la tarta en el horno hasta que no haya alcanzado la temperatura. Con el horno muy caliente y la tarta muy fría conseguimos que la masa se hornee pronto y que la mantequilla no se derrita con tanta rapidez, dando como resultado una tartaleta extra crujiente y quebradiza. Es el secreto de esta masa, tenedlo en cuenta. 

Hasta la próxima. Besos

Ali

 

 

 

 

 

 

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