Galletas de nueces

Si la Navidad tuviera un olor, cuál creéis que sería?  El de las especias como la canela, el jengibre, el cardamomo….  el de alimentos como la naranja,  el chocolate caliente o un vino especiado…. o el de plantas como el eucaliptos o el acebo o el muérdago? Hay tantos toques aromáticos en Navidad que es difícil quedarse con uno solo verdad? Yo creo que todos ellos en conjunto crean una atmósfera única que nos provoca emociones por los recuerdos que conservamos,  sobre todo de nuestra infancia.

Sin embargo, si yo tuviera que contestar a esa pregunta sin duda diría que para mí la Navidad huele a reunión en familia, a armonía, a esas largas sobremesas, a las tardes frías de sofá, mantita y película navideña, al reencuentro con mis amigos más queridos, a los juegos de mesa, a esos paseos por las calles iluminadas con un buen abrigo, gorro y guantes y, como no, a la elaboración de dulces navideños.  Parece todo muy idílico, pero es así, por suerte es como las he vivido siempre. Creo que queda bastante claro que me encanta esta época del año, diría que en estos días se activa mi lado más tierno y nostálgico.   

Y hoy mi casa empieza a oler a Navidad con estas galletas recién horneadas.  Las he preparado aprovechando las nueces que os mostré hace unos días y las he aromatizado con canela y cardamomo, una combinación perfecta.

Venga que os cuento cómo hacerlas. Mirad, vamos a necesitar:

Ingredientes:

125 g harina común

30 g nueces molidas

75 g mantequilla semi-fría en daditos

40 g azúcar moreno molido

1 yema de huevo

1 c/p canela en polvo

1 c/c cardamomo en polvo

1 pizca de sal

Cómo hacerlas:

Si tenéis la suerte de encontrar nueces molidas os ahorraréis el tener que molerlas. Yo he tirado de molinillo. El azúcar moreno también lo vamos a moler, he comprobado que de esta manera la textura de las galletas mejora bastante.

En un recipiente amplio vamos a mezclar la harina, las nueces molidas, el azúcar moreno, las especias, la pizca de sal y la mantequilla en daditos. Mezclamos con las manos hasta conseguir una especie de migas. Podemos utilizar una mezcladora usando el accesorio de pala. Añadimos la yema de huevo y seguimos mezclando hasta lograr un bloque de masa. No hemos de amasar como si fuéramos a hacer pan, tan solo cohesionar. Si amasamos, lo único que conseguiremos será desarrollar el gluten de la harina y el resultado no serán unas galletas crujientes sino gomosas.

Si vemos que la masa está muy blanda la llevamos a la nevera a enfriar 1/4h para poder estirarla bien. La retiramos de la nevera y la colocamos entre dos papeles de hornear. Con ayuda de un rodillo la vamos a estirar dejándola con un grosor de unos 4mm.

Previo a dar forma a las galletas vamos a pasar el rodillo con relieve por encima de la masa y solo una pasada.

Si veis que el dibujo no os queda como queréis volvéis a juntar la masa, la estiráis y pasáis de nuevo el rodillo. No es complicado, solo hay que tener la precaución de no apretar demasiado. 

Con un cortador de galletas les damos forma y las vamos dejando en una bandeja de horno a la que habremos colocado papel vegetal o un tapete de silicona (mejor si es microperforado).

Llevamos la bandeja con las galletas a la nevera a enfriar para que mantengan la forma al hornearse.

Mientras tanto, precalentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo. Colocamos la bandeja de las galletas a media altura y horneamos durante 12´.

Retiramos del horno y las traspasamos a una rejilla con mucho cuidado porque al estar tan tiernas se rompen con facilidad.

Y ya tenemos nuestras galletas listas. Ideales para presentar en la bandeja de dulces navideños o para regalar en una caja bonita. 

Dejamos enfriar por completo y las conservamos en una caja de lata. 

Hasta la próxima. Que seáis felices

Ali

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