Bolas energéticas saludables

Qué taaal…. cómo vaaais? Ya habéis retirado los adornos navideños de vuestras casas o vais a alargar un poquito más por aquello de que hasta San Antón, Pascuas son?  A mí la verdad es que todos los años me da penita retirarlos, además de una pereza tremenda,  pero aún así procuro ponerme con ello una vez que pasan Reyes porque es como que necesito cerrar ese ciclo y comenzar con las rutinas. Sin embargo este año esa tarea va a tener que esperar unos días  más porque vaya entrada he tenido… Comenzando porque cogí un catarro de padre y muy señor mío que llevo arrastrando desde hace más de veinte días y continuando con un esguince de costilla que me trae por la calle de la amargura pues,  como podéis imaginar, cada vez que me da la tos no solo veo las estrellas sino también las galaxias, los planetas y todos los cuerpos celestes habidos y por haber en el Universo (el esguince me pasa por hacer la cabra, pero vamos…. que de todo se aprende )  A todo esto se le suma el frío extremo que estamos sufriendo estos días y que hace que me contracture todo el cuerpo. En resumidas, que estoy hecha un trapo, literalmente. Pero me lo tomo con humor, no me queda otra… 

Total que cuando llego a casa después del trabajo lo último que me apetece es liarme con los cables de las luces del árbol, las bolas, las guirnaldas y embalar las figuritas del Belén. Solo quiero recostarme en el sofá, que me den mimitos y por supuesto tomar algún que otro caprichito, mejor si es saludable porque bastante hemos tenido ya en las pasadas Fiestas.

Así que, como tenía en casa los ingredientes que necesitaba, he preparado unas bolas energéticas saludables ricas ricas. Nos van a aportar un plus de energía aunque también de calorías, pero esta vez de las buenas.

Os cuento cómo hacerlas, es muy sencillo.

Para unas 12 bolas:

125 g almendra molida

125 g mantequilla cacahuete

30 g miel o sirope de agave

200 g chocolate fondant

Comenzamos atemperando el chocolate, de esta manera lograremos una textura crujiente y a la vez evitaremos que se derrita en nuestras manos. En invierno es más difícil que se derrita y os podéis saltar este paso, pero tened en cuenta que el chocolate no tendrá la textura que os decía. Al atemperar el  chocolate vamos someter a éste a cambios de temperatura para modificar su estructura y estado de densidad. Es importante tener muy presente la curva de temperatura para lo cual es imprescindible un termómetro de cocina. 

Hay varias técnicas para hacerlo pero hoy vamos a emplear la más fácil y a la vez la más limpia. Veréis que no tiene complicación ninguna.

Mirad, vamos a trocear el chocolate en pequeñito y lo derretimos al baño María, removiéndolo de vez en cuando. El recipiente donde está el chocolate no ha de tocar el agua, solo necesitamos el vapor. Iremos controlando la temperatura y teniendo especial cuidado de que no entre ni una gota de agua o nos arruinaría el chocolate. 

Una vez que alcance los 55ºC (primera temperatura) retiramos el bol y lo colocamos sobre otro bol con agua muy fría. Seguimos removiendo el chocolate para enfriarlo y cuando llegue a los 35ºC retiramos el bol del frío y seguimos removiendo para bajar a los 29ºC (segunda temperatura). Para finalizar, colocamos de nuevo el chocolate al baño María unos segundos hasta subir a los 32ºC (tercera temperatura). Reservamos.

Dejamos preparada una bandeja con papel vegetal.

Mezclamos el resto de ingredientes hasta que estén totalmente integrados. 

Dividimos la masa en porciones de unos 25 g. Podemos utilizar una cuchara sacabolas de helado para hacerlas todas iguales o pesarlas en una balanza. 

Las boleamos con las manos untadas ligeramente con aceite.

Las bañamos en el chocolate de una en una. Las retiramos con ayuda de un tenedor, dejando que escurra el excedente.

Llevamos al frigo hasta que el chocolate endurezca.

Rellenamos una manga pastelera con el resto del chocolate y le hacemos un pequeño corte en la punta.

Sacamos la bandeja del frigo, cogemos la manga pastelera y con movimiento rápido trazamos líneas en diagonal sobre las bolas. 

Llevamos de nuevo a la nevera a endurecer. 

Espolvoreamos por encima unas escamas de sal maldon que les va a dar un puntito maravilloso.

Y ya las tenemos listas!!

En invierno podemos conservarlas en una caja de lata a temperatura ambiente. En verano mejor si las dejamos en nevera. 

Espero que os gusten.

Ali

Un comentario sobre “Bolas energéticas saludables

  1. Pingback: Tarta Karol G

Deja un comentario