Tarta cumpleaños Ainara

Ainara cumple 9 años. Y aunque para los que estamos a su alrededor sigue siendo nuestra pequeña, se encuentra en esa etapa en la que se resiste a abandonar sus juguetes pero a la vez quiere jugar a ser mayor. Ya se empiezan a notar cambios en la forma que tiene de relacionarse con los demás… en la forma de hablar, de pensar… pero sobretodo en los gustos y para muestra un botón, pues ha pasado de cantar canciones de las series de dibujos animados como Bob Esponja, Dora la Exploradora o la Patrulla Canina… a imitar a sus cantantes de pop favoritas y, como no podía ser de otra manera, entre ellas está Aitana. Se sabe a la perfección todas sus canciones y la imita con mucha gracia. Si es que tiene un salero… nos ha salido artista la chiquilla 🙂 Tanto le gusta que este año le han regalado unas entradas para ir con su mama a uno de sus conciertos y desde entonces no hay otra cosa en su mente. Y como ya podéis intuir ella quería una tarta de Aitana, palabras textuales. 

Total, que sus deseos son órdenes para mí porque es mi consentida, que por algo soy su tía… 🙂 Y es que los sobrinos tienen ese poder especial que hacen que cedamos ante cualquier petición con tal de verlos felices. Es así o no? Ellos a su vez nos regalan sonrisas y superabrazos llenos de cariño y eso para mí… no tiene precio.

La tarta está compuesta por 4 capas de bizcocho de galleta Lotus Biscoff, emborrachado ligeramente con almíbar de canela, relleno con aro de ganache de chocolate blanco y un frosting de crema Lotus, cubierta con ganache de chocolate blanco coloreado y decorada con elementos de fondant. Para darle un acabado plus se roció con un spray efecto terciopelo.

Os cuento cómo hacerla:

Vamos a utilizar un molde de 15 cm de diámetro. Haremos dos bizcochos que después dividiremos en dos capas cada uno retirando los copetes.

Para cada bizcocho vamos a necesitar:

140 g harina

3 huevos “M”

40 g galleta Lotus Biscoff molida

130 g aceite girasol

1 yogur griego

75 g azúcar

1 sobre levadura

Para el almíbar:

1 vaso de azúcar + 1 vaso de agua + 1 ramita canela

Para el relleno:

250 g queso crema tipo “Philadelphia”

100 g crema Lotus Biscoff

40 g azúcar glass

150 ml nata para montar 35% m/g

30 ml leche entera

3 hojas de gelatina

Para la ganache de contención:

200 g chocolate blanco de cobertura

75 ml nata para montar 35% m/g

Para la cobertura de ganache:

500 g chocolate blanco

200 ml nata para montar 35% m/g  

una pizca colorante en pasta color rojo y azul marino

Para la decoración:

fondant color fucsia

spray efecto terciopelo color fucsia

impresión comestible en papel de azúcar 

Otros: cortador de galletas numeros 8 y 9

colorante en polvo color oro metalizado

PREPARACION:

Precalentamos el horno a 175ºC con calor arriba y abajo.

En un recipiente amplio vamos a mezclar el yogur con el aceite y el azúcar hasta que estén bien mezclados.

Añadimos los huevos uno a uno, es decir, hasta que el primero no esté integrado no añadimos el segundo. Tamizamos la harina junto con la levadura y el polvo de galleta Lotus y lo añadimos a la preparación anterior. Mezclamos hasta que no queden restos de harina pero no sobrebatimos la mezcla.

Untamos el molde con mantequilla, ponemos en la base un disco de papel vegetal y enharinamos las paredes retirando el sobrante. Vertemos la mezcla e introducimos en la bandeja intermedia del horno. Horneamos durante 45´.

Retiramos del horno, dejamos reposar en el molde unos 5 minutos y desmoldamos sobre una rejilla. 

Lo ideal es dejarlos hechos la víspera para que la miga se asiente y no se rompa al cortarlo. Una vez fríos los envolvemos en film transparente para que conserven la ternura. 

Al día siguiente los dividimos en capas de 2,5 cm y retiramos la parte superior. 

La ganache de contención la hemos de dejar preparada con 12-15 horas de antelación. Es muy sencilla de preparar. Tan solo tenemos que trocear el chocolate bien pequeñito y ponerlo en un recipiente. Calentar la leche y retirar justo en el punto de ebullición. Verter sobre el chocolate, dejar reposar 1 minuto y con varillas de mano remover hasta lograr una crema sedosa. Ahí va un truco: para que os resulte más fácil podéis derretir previamente el chocolate al baño María. Una vez que la tenemos sedosa la dejamos en un recipiente cubierta con film a piel para evitar que se forme costra. 

También dejaremos preparado el almíbar mezclando el azúcar con el agua y la rama de canela. Llevamos a ebullición 1 minuto y retiramos. Vertemos en un frasco sin retirar la rama de canela y reservamos hasta el momento de utilizar.

Seleccionamos las capas de bizcocho, dejando las bases para colocarlas la primera y la última a modo de tapa. Emborrachamos ligeramente todas las capas de bizcocho. Montamos la ganache de contención con varillas eléctricas, llenamos una manga pastelera y hacemos un aro en tres capas de las capas de bizcocho. De esta manera el relleno no se aplastará con el peso ni se saldrá por los bordes.

A continuación preparamos la crema de relleno. Para ello, vamos a poner a hidratar la gelatina en agua fría. En un recipiente amplio y con la batidora de varillas eléctrica vamos a semi-montar la nata es decir, que quede suavecita para así poder mezclar bien con el resto de ingredientes. En mitad del proceso añadimos el azúcar glass a modo de lluvia. Una vez la tenemos lista la llevamos al frigo hasta el momento de utilizarla. En el mismo bol de la batidora (no hace falta lavarlo) batimos el queso con la crema Lotus hasta que esté suave y lisa. Calentamos la leche en el microondas y disolvemos la gelatina escurrida con las manos. Removemos para que se derrita por completo. Dejamos reposar unos minutos para que alcance la temperatura ambiente. En este paso hemos de tener especial cuidado de que no empiece a cuajar así que la removeremos con una cuchara. Para saber si ha alcanzado la temperatura ambiente verteremos una gota en nuestra muñeca. La añadimos al queso y mezclamos. Con la batidora de cuchillas, ojo! he dicho cuchillas, trituramos la mezcla por si se hubiera formado algún grumo. A continuación incorporamos la nata poco a poco con movimientos envolventes.

Llenamos una manga pastelera con la crema y rellenamos las tres capas de bizcocho y alisamos con una espátula.

Colocamos la capas de bizcocho una encima de la otra. 

Untamos un poco de la crema por todo el contorno y con la espátula alisamos.

Se trata de una capa sujetamigas. Una vez cubierta toda la llevamos al frigo 1/2 h.

El siguiente paso será cubrir la tarta con la ganache de cobertura que también hemos de dejarla preparada con antelación. El proceso es el mismo que el de ganache de contención, con la excepción de que a ésta le añadiremos una pizca de colorante rosa y de azul para lograr el color fucsia. La añadiremos de poco en poco hasta lograr el color deseado. Y hacemos lo mismo, la ponemos en un recipiente y cubrimos con film a piel. 

Esta ganache no la vamos a montar como la anterior. Directamente la vamos a aplicar por toda la tarta y, antes de que endurezca, la vamos a alisar con una espátula. Tiene que ser un trabajo rápido. Si queréis alcanzar otro nivel os cuento que, tanto en la base como en la parte superior de la tarta, si os fijáis, he colocado unos discos de metacrilato forrados con film y que sobresalen 1 cm del borde de los bizcochos. De esta manera nos aseguramos de que ponemos la misma cantidad de ganache por todo el contorno. 

Cuando ya la tengamos alisada la llevamos al frigo durante 1 hora. Pasado ese tiempo, retiramos los discos de metacrilato y el film y repasamos los defectos con una espátula que habremos mojado en agua caliente y secado con un paño. Al haber utilizado los discos de metacrilato los bordes quedan perfectos.

Toca el turno a la decoración. Los números también los haremos con unos días de antelación para que endurezcan un poco. Para ello, vamos a masajear el fondant con las manos para darle calor y que se vuelva maleable (también podéis darle unos segundos de micro). Con un rodillo especial para fondant lo estiramos sobre un tapete de silicona espolvoreado ligeramente con harina de maíz y con los cortadores de galletas les damos forma. El numero nueve lo pincelaremos con colorante en polvo color oro metalizado.

Para pegar los números sobre la tarta utilizaremos un poco de la ganache que nos ha sobrado. La calentamos primero en el microondas.

Así ya estaría la tarta terminada. Pero vamos a darle un acabado más bonito y aterciopelado con el spray. Considero que hay un antes y un después una vez aplicado.

Para lograr ese acabado necesitamos que la superficie sobre la que se va a rociar esté congelada o muy muy fría. Con lo cual hemos de congelar la tarta. Pero tenemos un problema y es que el mayor enemigo del fondant es la humedad porque lo torna chicloso. Así que, ahí va otro truco que consiste en meterla en una caja para tartas e introducir varios trozos de papel de cocina que absorberán la humedad. 

El spray se compone de manteca de cacao y se encuentra en estado sólido dentro del frasco, a no ser que haga muchísimo calor. Por lo tanto, hemos de calentar el frasco en agua caliente no superior a los 35ºC para derretirla.

Cuando ya lo tenemos en su punto, retiramos la tarta del frigo y la colocamos sobre una superficie cubierta con film, ya sabéis que los sprays tienen amplio espectro y se pondría todo perdido. Ahora, secamos el frasco con un paño y, sin miedo, lo agitamos bien y pulverizamos por todo el contorno de la tarta de forma homogénea a una distancia de unos 20-25 cm. 

Dejamos secar y repetimos la operación. 

Una vez que esté bien seco, trasladamos la tarta a una base de presentación y la dejamos a temperatura ambiente hasta que se descongele del todo, nos llevará unas horas. Y colocamos el numero pintado en dorado.

Y ya por último nos toca colocar la imagen de la artista. Se trata de una impresión comestible en papel de azúcar. Estiramos un trozo de fondant de 1 cm de grosor y pegamos la impresión con un pelín de agua. Después la recortaremos con un cuchillo bien afilado e insertamos dos palillos para poder clavarla en el centro. Lo dejaremos hecho unos días antes para que endurezca y se quede en pie.

Pegamos el topper “Feliz Cumpleaños”con un puntito de chocolate derretido o de ganache que nos ha sobrado, presionando ligeramente.

Y tarta terminada!!!

Por muchos años más mi querida Ainara. Te quiero con locura.  

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