Hoy os traigo una fotografía de unas nueces. No tendrían nada de particular si no fuera porque se trata de nueces de casa, concretamente de la noguera de mis abuelos maternos. Es una noguera centenaria y si digo que es majestuosa me quedo corta. Está situada en la zona más alta del pueblo justo en la ladera del castillo y es inevitable pararse a contemplarla cuando pasas por delante. 

Si esa noguera pudiera hablar… cuántas tardes de verano he pasado con mis amigas sentadas al estilo indio compartiendo confidencias y secretos en nuestra adolescencia. Y es que en esa etapa de cambios tanto a nivel físico como psicológico y como no… también emocional, ya que nuestro estado de ánimo es una montaña rusa en la que pasamos del llanto a la risa o del amor al odio en cuestión de segundos… las amigas pasan a ser tus mejores aliadas para compartir mutuamente preocupaciones, dudas y problemas porque ellas están pasando por lo mismo y te entienden perfectamente. Dicen que la adolescencia es una enfermedad que se cura con el tiempo. Bueno… de eso habría que hablar, hay quien se ha quedado estancad@.  Pero lo que sí es cierto, al menos en mi caso, es que que alguna/s de esas amistades que se forjaron por aquel entonces, a día de hoy siguen formando parte de mi vida. 

Brindo por ellas y por esas tardes de verano.

Ali