Esta noche será la más corta del año. Es una noche mágica, en la que se rinde culto al fuego y al agua. Se celebra al propio tiempo la llegada del solsticio de verano.  Los más supersticiosos y, los no tanto, realizan rituales y hechizos envolviéndola en un halo de misterio. Es, la Noche de San Juan. De jovencita disfrutaba de la verbena en la playa con los amig@s. Nos bañábamos en el mar, los más valientes saltaban  la mini-hoguera, llevábamos música, cava y, como no, nuestra coca. Hasta ver amanecer. A partir de ese momento se acababa la magia cuando los servicios de limpieza nos desalojaban para dejarla a punto a los bañistas. 😦

La coca es el dulce típico de esta noche. De entre la variedad hay que destacar la de briox con crema y frutas confitadas o la de hojaldre con chicharrones. Yo hoy os traigo esta última. No tiene complicación ninguna y apuesto a que cuando la probéis no volveréis a comprarla.

Vamos con la receta:

1 placa de hojaldre rectangular

Chicharrones

Piñones, azúcar y 1 huevo para pintarla

El hojaldre en esta ocasión lo vamos a comprar preparado, es muy bueno también y nos ahorramos ese paso en un día como hoy en el que todo son prisas, preparativos… sobre todo si tenemos invitados. Tampoco os  he puesto cantidades exactas porque va a gustos.

Lo primero que vamos a hacer es triturar los chicharrones. Colocamos el hojaldre sobre papel vegetal y lo pinchamos bien con un tenedor para que no se infle demasiado durante el horneado.

Repartimos los chicharrones,  colocamos un papel vegetal por encima y pasamos el rodillo, sin apretar demasiado, a fin de que se incrusten en la masa.

Pintamos con huevo bien batido y espolvoreamos generosamente con azúcar. Para finalizar repartimos los piñones por toda la coca.

Precalentamos el horno a 190ºC con calor arriba y abajo. Mientras, pasamos la coca a una bandeja de horno y reservamos en la nevera. El hojaldre ha de estar bien frío al hornearse.

Cuando el horno alcance la temperatura, colocamos la bandeja en la parte central  y horneamos durante 20´aprox. Una vez hecha la dejamos enfriar en rejilla. Veis que sencilla!!

Dice la tradición que la coca hay que comerla al aire libre. Ya sabéis,  por aquello de las supersticiones.

Tanto sea en casa, como en la playa, con amigos o en familia, espero que disfrutéis de esta noche misteriosa y se cumplan vuestros deseos si es que hacéis algún ritual.