Tarta de cerezas

 

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Habéis visto  que después de 25 años ha resucitado la serie Twin Peaks? No ha llovido desde entonces…! Ahora que yo…estoy encantada. Me tenía intrigadísima el “quien mató a Laura Palmer?” Por aquel entonces no había la cantidad de series que hay ahora  y fue un auténtico bombazo. En mi casa, el día que la emitían, cenábamos prontito y nos peleábamos por coger el mejor sitio del sofá para verla. Y después cuando terminaba  debatíamos sobre quién podría ser el asesino. Ahora eso sí, todos calladitos mientras sonaba la banda sonora, magnífica. Hay que decir que los habitantes de ese pueblo eran un poco raros, no me lo negaréis. El único que se salvaba era el agente Cooper, aunque también tenía sus excentricidades. Tipo goloso donde los haya (más que yo y ya es difícil) no perdonaba su ración diaria de café, donuts y como no, la tarta de cerezas que le servían en la cafetería RR.

Y ya que estamos en temporada de cerezas no se me ha ocurrido otra cosa que intentar emular esa típica tarta americana.

Para un molde de 23 cm de diámetro necesitamos:

Para la masa quebrada:

250 g harina

125 g almendra molida

110 g mantequilla fría

100 ml de agua helada

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Para el relleno:

1 kg de cerezas picotas

4 cucharadas de licor de almendra (tipo Amaretto)

100 g azúcar

10 g maicena

zumo de medio limón

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Esta tarta la vamos a hacer en dos pasos: primero prepararemos la masa quebrada y el relleno y al día siguiente haremos la tarta.

Para comenzar, en un bol vamos a mezclar la harina junto con la almendra molida y la mantequilla bien fría cortada en dados. Mezclamos con las yemas de los dedos lo más rápido posible (para que no se derrita la mantequilla) hasta conseguir unas migas finas. Seguidamente vamos a ir añadiendo agua muy muy fría y mezclando hasta que la masa cohesione. No la vamos a manipular mucho. Lo suficiente para que coja consistencia. La envolvemos en papel film y conservamos en la nevera hasta el día siguiente.

A continuación prepararemos el relleno. Para ello, deshuesaremos las cerezas. Esta es la parte más pesada de todo el proceso, pero con un poquito de paciencia… Al principio parece que no terminas nunca pero enseguida le coges el tranquillo. Eso sí, poneros guantes y cubrir lo que no queráis que se manche. Si podéis haceros con un deshuesador sería fantástico. Una vez deshuesadas las echaremos en un cazo junto con el azúcar, el licor y el zumo de limón. Coceremos a fuego medio durante unos 5 minutos para que suelten el jugo.

Seguidamente separaremos las cerezas del jugo, dejaremos éste entibiar y le añadiremos la maicena. Volvemos a poner al fuego y llevamos a ebullición un par de minutos, sin dejar de remover con varillas. El líquido ahora tiene una textura cremosa. Echamos sobre las cerezas y reservamos en la nevera hasta el día siguiente.

Dividimos la masa en dos partes procurando que  una sea más grande que la otra. Guardamos la pequeña en la nevera que es la que utilizaremos para hacer la tapa. Enharinamos la superficie de trabajo y estiramos la masa con ayuda de un rodillo dejándola de  un grosor de unos 6 mm.

Engrasamos el molde con mantequilla y colocamos la masa que hemos estirado. La adaptamos dejando que sobresalga por los bordes. Echamos el relleno y volvemos a meter en la nevera.

 

Estiramos la otra mitad de la masa, sacamos la tarta de la nevera y le colocamos la tapa sellando los bordes. Pincelamos con huevo batido y  volvemos a meter en la nevera.

Precalentamos el horno a 190ºC con calor arriba y abajo.

Una vez alcanzada la temperatura, sacamos la tarta de la nevera y la colocamos en la bandeja central del horno. Horneamos durante unos 45 minutos o hasta que veamos que se dora.

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NOTAS:

-Esa fijación por meter la masa en la nevera todo el tiempo y mantenerla fría  no es que sea una obsesión mía, tiene su explicación y es la siguiente: para que la masa quebrada quede crujiente  hay que intentar por todos los medios no manipularla mucho y mantenerla lo más fría posible para que la mantequilla no se derrita.

-Otro motivo por el que no debemos manipular mucho la masa es porque no nos interesa que se desarrolle el gluten como en otro tipo de masas como puede ser el pan. Aquí de lo que se trata es de que la masa quede crujiente y quebradiza, de ahí su nombre: quebrada.

-El licor de almendras le da un punto increíble a las cerezas. Y como al cocinarse pierde todo el alcohol, los peques también pueden disfrutar de esta deliciosa tarta.

 

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Espero no decepcionarme con la nueva temporada, ya sabéis eso que dicen de que segundas partes…..

De lo que no hay duda es de que esta tarta está increíble. Os ánimo a que la hagáis.

 

 

 

 

6 comentarios sobre “Tarta de cerezas

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