
El lunes pasado se celebró la 10ª Gala de las Estrellas del Fútbol Catalán en la Antigua Fabrica Estrella Damm de Barcelona. Un evento de lo más glamuroso en el que se premiaban a l@s mejores futbolistas del año. Evidentemente, no presencié la gala, ya me hubiera gustado verla por un agujerito….. peeeeeero sí estuve presente en la cena/cóctel que tuvo lugar al finalizar el acto y que vino de la mano de @quatrepams. Chus, la chef ejecutiva, contó conmigo una vez más para aportar mi granito de arena a la mesa dulce con unas galletas muy representativas.
Que de qué sabor eran? Pues mirad, siendo que ya queda tan poquito para las Navidades me pareció que lo propio era hacerlas de jengibre, son todo un clásico en esos días. Además, es que cuento con mi receta “estrella”, la cual he ido perfeccionando con el tiempo, ajustando sabores… texturas… y la guardo como oro en paño. Luego las decoré con colorante comestible en polvo dorado metalizado para imitar el logo de esa marca de cerveza. Y mirad, como anécdota de la noche os cuento que, de entre el personal del servicio de catering había un muchacho de China muy amable él y sonriente… el cual después de probar una de ellas se acercó a mí y me dijo con ese acento tan peculiar que tienen los asiáticos al hablar en español: En mi país usamos el jengibre para todo, tanto en infusiones como en guisos, para hacer dulces, para combatir la tos y los resfriados….. Y a las galletas les añaden tanta cantidad de esta especia que no me acaban de gustar. Sin embargo, tus galletas tienen un equilibrio que me encaaaaanta porque se aprecia un puntito picante muy sutil y está muy lograda la combinación con el resto de especias. Te importa que coja otra? Palabras textuales. Jo… creo que me engordé dos kilos en ese instante. Y es que a quien no le gusta que le halaguen? Nuestra autoestima sube como la espuma. Lo que pasa es que en nuestra sociedad no estamos acostumbrados a que nos reconozcan nuestros éxitos, es más, en muchas ocasiones nos suelen regalar el oído para obtener algún beneficio. Creo que es algo que la vida te enseña a diferenciar. Entonces es como que, al recibir un cumplido nos da corte porque no queremos caer en la tentación vanidosa. Pero sí hay que confesar que cuando tú sabes que has hecho bien tu trabajo y te lo reconocen, aumenta la sensación de bienestar y te genera energía positiva. Y así estaba yo aquella noche al ver que mis galletas gustaban e iban desapareciendo del expositor.
Hoy os cuento cómo hacerlas, veréis que no tienen complicación ninguna, solo tenéis que seguir la receta al pie de la letra, donde os doy los tips para que os queden de diez. Os pongo los ingredientes para hacer una cantidad razonable de galletas, no para hacer las 150 que hice yo, vale? Os animo a que las hagáis para las fechas que se acercan, serán todo un éxito, os lo aseguro. Podéis dejarlas sin decorar pero resultan muy atractivas en dorado, aunque solo sean unas cuantas. Oye…. y una cosa? qué os parece colgar unas cuantas en el árbol de Navidad. A mí la idea me seduce bastante y creo que la llevaré a cabo.
Antes de comenzar, solo me queda agradecer a Chus la confianza depositada en mí. Ese es el mejor halago!
Necesitamos:
Para la masa:
250 g harina
30 g almendra molida
150 g mantequilla fría
80 g azúcar moreno
2 yemas
15 g canela
8 g jengibre
1 cdta nuez moscada
1 pizca de sal
Para la decoración:
colorante comestible en polvo dorado metalizado + brocha
Comenzamos triturando el azúcar glass en un molinillo o procesadora de alimentos hasta hacerlo polvillo. He comprobado que de esta manera la textura de las galletas es mucho más tierna y crujiente. En un recipiente amplio mezclamos la harina, el azúcar moreno molido, la almendra molida, las especias, la pizca de sal y la mantequilla cortada en daditos, cuanto más pequeños mejor. Mezclamos los ingredientes y vamos pellizcando con la yema de los dedos hasta que se forme una especie de arena mojada o migas. Añadimos entonces las yemas de huevo y continuamos cohesionando (no amasando) los ingredientes hasta formar una bola de masa. La envolvemos en film y llevamos a la nevera 10 minutos, no más porque endurecerá demasiado y luego nos costará estirarla.

Colocamos la masa entre dos papeles de hornear y con ayuda de un rodillo la estiramos hasta dejarla con un grosor de unos 6mm aprox. Dejamos enfriar la masa estirada en la nevera durante unos 20´ para que endurezca y así poder cortar las galletas con facilidad. Les damos forma con los cortadores y las vamos colocando sobre una bandeja forrada con papel vegetal o sobre un tapete de silicona. En este caso, yo he usado un tapete microperforado que funciona genial ya que el calor se reparte por toda la base de la galleta facilitando que quede plana y no se deforme. Si os gusta hacer galletas os lo recomiendo, es de mis gadgets preferidos. En el caso de estas estrellas he insertado un palillo a cada una para hacerle un agujero ya que después a la hora de presentarlas en la mesa dulce iban a ir clavadas sobre unos alambres especiales para repostería. Llevamos la bandeja con las galletas a la nevera, es importante que estén frías a la hora de hornearse para que mantengan la forma.

Mientras tanto, pondremos a precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Horneamos durante 14 minutos. Y ahora, un truco que utilizo para lograr la excelencia y que consiste en: una vez retiremos la bandeja del horno colocar una hoja de papel vegetal encima de las galletas y sobre la hoja otra bandeja con peso encima (unos cartones de leche por ej.) De esta manera si se han abombado un pelín las aplanamos. Pero para eso hemos de ser rápidos, antes de que empiecen a enfriarse o se romperán. Así que lo suyo es tenerlo preparado con antelación. Dejamos un par o tres de minutos y ya podemos traspasarlas a una rejilla con mucho cuidado porque están muy tiernas y se rompen con facilidad. Las dejaremos enfriar por completo en la rejilla así evitaremos que se forme condensación en la base y queden blandas. Las queremos tiernas y crujientitas. Retiramos los palillos.

Una vez han enfriado, las pincelamos con el colorante en polvo con ayuda de una brocha como las de maquillaje. Preparaos para ponerlo todo perdido porque por mucho cuidado que llevéis, la purpurina que tienen esos polvitos y que es lo que les da el brilli-brilli se esparce por todos lados. Yo terminé con purpurina hasta…. hasta en las pestañas…. ejejjjhej…. Qué os pensábais que iba a decir eh… ayyy pillineeees… 🙂

Ya las tenemos terminadas. Y ahora os enseño cómo quedaron expuestas. Había varios stands a lo largo de la mesa entremezclados con otros dulces. Esta es una pequeña muestra. La foto no es que esté está muy allá pues la hice en el último momento antes de que comenzase la gala y con suerte, pero para tener un recuerdo ya me está bien.

Para conservarlas, lo ideal es una caja de lata. En tuper de plástico o en cristal se ablandan. A mí me gusta poner papel vegetal entre capas. Si pensáis colgar algunas en el árbol, habría que hacerles un agujero en una de las puntas de cada estrella, no muy pequeño o se cerrará al hornearse. Podemos utilizar una pajita por ejemplo.
Hasta aquí la entrada de hoy. Que las disfrutéis.
Ali
Te quedaron fenomenal, y mejor estarían. Ententatemis hacerlas. Un besote
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Gracias Encarna. Claro que sí, te animo a que las hagas esta Navidad. Dejarás a todos sorprendidos y te harán la ola… ejejjj. Un abrazo wapa.
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