La repostería es muy coqueta y le gusta estar siempre a la última. Hace un tiempo se pusieron de moda las tartas que llaman “rústicas”. Son tartas de aspecto inacabado, sin cobertura de ningún tipo y que se componen únicamente de un bizcocho dividido en dos o tres capas, relleno de algún tipo de crema y/o frutas. Suelen decorarse con elementos naturales como frutos rojos, flores silvestres e incluso con ramitas de lavanda o de olivo. Tienen un aire campestre, romántico y muy casual. A mí me tienen enamorada.
La que hoy os presento está hecha con un bizcocho sencillo. Podéis hacerla con el que más os guste, bien sea de vainilla, de chocolate, de yogur… El molde que he utilizado es de 15 cm.
Vamos con la receta. Necesitamos:
160 g harina
200 g azúcar
200 g mantequilla a punto de pomada
4 huevos
1 cdta levadura en polvo
vainilla en pasta
Para la buttercream:
300 g mantequilla a punto de pomada
300 g azúcar glass
esencia de vainilla en pasta
Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
Separamos las yemas de las claras y batimos éstas a punto de nieve. Batimos la mantequilla con el azúcar, añadimos las yemas, la vainilla y seguimos batiendo.
A continuación añadimos poco a poco la harina y la levadura previamente tamizadas. Lo mezclamos con varillas a mano. Finalmente añadimos en varias veces las claras montadas y mezclamos nuevamente con varillas a mano y con movimientos envolventes de abajo hacia arriba. Aunque cueste un poco al principio lo haremos así. De esta manera nos quedará un bizcocho esponjoso.
Untamos el molde con mantequilla y espolvoreamos con harina. O lo rociamos con spray desmoldante que es una maravilla. Vertemos la mezcla, bajamos la temperatura a 170ºC y horneamos durante 45’ aprox., dependiendo de cada horno.
Comprobamos que esté hecho, retiramos y pasados unos minutos lo desmoldamos. Dejamos enfriar por completo, cortamos el copete y lo dividimos en tres capas. Podéis ayudaros de una lira o, dado que es un bizcocho pequeño, un cuchillo de sierra de cortar el pan os irá bien. Una vez dividido clavaremos un palillo en cada capa a fin de tener una referencia a la hora de colocarlas después, para el caso de que nos hubiésemos torcido un poco al cortarlo.
Para hacer el relleno de buttercream batiremos con varillas eléctricas (no vale batidora de cuchillas, ha de ser de varillas) la mantequilla junto con el azúcar glass durante unos 5 minutos. Ha de coger cuerpo y textura, de lo contrario se nos vendrá abajo. Añadimos la esencia de vainilla y batimos 1 minuto más. Rellenamos las dos capas de bizcocho y extendemos crema en la parte superior y por el lateral, aquí un poco menos.
Allanamos con una llana de cocina, como si estuviéramos enluciendo una pared. Para darle ese aspecto que os decía inacabado no conviene poner mucha crema en el lateral.
Finalmente colocamos los frutos rojos y espolvoreamos con azúcar glass.
A que es bonita? Ahora viene la mejor parte, comérsela. Queréis un trocito?
Y tanto que es bonita¡¡¡¡¡¡¡ Habrá que probar a hacerla. Un beso
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Muchos besos chati !!!
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Una super recta!!!! Maravillosa!!!
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Gracias Montse! Que alegria leerte por aquí. Muchos besos wapa
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Que pinta más buena😜!!! Habrá que probarla😉
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Claro que sí, ya encontraremos la ocasión. Besos cielete.
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