Continuando con las recetas fresquitas para este verano hoy os traigo unos polos maravillosos que se preparan en un santiamén y si no ya lo veréis. Me da a mí que el coco es de aquellas frutas que, o gusta mucho o no gusta nada, verdad? Y es que en principio masticar un trozo de coco así sin más resulta un poco….. como os diría….. agotador?? Sí, correcto, resulta agotador para la mandíbula, no os pasa? xD hasta que te lo terminas!! Sin embargo si lo utilizamos para preparar batidos, tartas, flanes o, como en este caso unos polos, es divino. A mí en particular me encanta sobre todo su aroma hasta el punto de que utilizo gel de baño de coco, champú de coco, crema corporal de coco…ufff que estrés!!!….. excepto la colonia, porque me resulta empalagosa, soy más de colonias cítricas. Bueno, a lo que iba que me ando por las ramas 🙂 Es una fruta exótica que siempre me trae recuerdos de los atardeceres en los chiringuitos de la playa, donde te preparan esos cócteles de escándalo y que los disfrutas recostad@ en uno de esos chill outs con cortinita incluída, unas velas para dar ambiente, frente al mar y en buena compañía. Buaaaaaah…..que gozada!!! Se puede pedir algo más en una tarde-noche de verano asfixiante?? Pues claro que sí!!! podemos tomarnos uno de los polos que os propongo hoy. No será lo mismo evidentemente pero por lo menos nos alegra el paladar. Y siempre nos queda la opción de cerrar los ojos e imaginarnos esa escena mientras lo degustamos 😉
Para 6 polos necesitamos:
400 ml leche de coco (no confundir con agua de coco)
250 g queso mascarpone
40 g azúcar
La preparación no nos va a llevar más de cinco minutos. Vertemos la leche de coco en un cazo y la templamos junto con el queso mascarpone removiendo con varillas hasta que se integren bien. No ha de hervir, solo templar. Retiramos del fuego, añadimos el azúcar y removemos hasta que esté totalmente disuelta. Vertemos la mezcla en los huecos del molde para helados. No los vamos a rellenar hasta arriba ya que al congelar tienden a aumentar de volumen.
Los metemos en el congelador un mínimo de 6 horas.
El molde para helados lo podéis encontrar fácilmente por internet o en cualquier tienda de artículos de repostería, incluso en grandes superficies. En su defecto podéis usar unos vasitos de plástico de usar y tirar. El molde que he utilizado es muy práctico porque lleva una tapa con los agujeros por donde hemos de clavar las paletinas para que éstas no se muevan ni se tuerzan. Para que no suceda eso si vuestro molde no tiene tapa, lo mejor es dejar congelar durante 1 h y después intertarlas.
Para desmoldar fácilmente pasamos el molde por agua caliente y tiramos de las paletinas.
Estos polos, a diferencia de los que se elaboran a base de zumos de frutas, son más cremosos ya que contienen un elemento graso como es el queso mascarpone que le aporta untuosidad. Son más calóricos que los de hielo claro está pero, acaso no nos merecemos darnos ese capricho en un día como hoy en el que el termómetro marca los 35ºC a las siete de la tarde? Si me descuido se me derriten antes de tirar las fotos!!
Que paséis un buen verano!!! Besos
Ali
Salut!!!😋😋
Enviat des del meu iPhone
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