Porqué será que siempre cuando llegan estas fechas nos volvemos como más…… entrañables? No sé si esa es la palabra correcta, lo que quiero decir es que conectamos más con la gente…. somos más tolerantes…. estamos menos irritables…. y nos sentimos bien realizando alguna buena obra. Será el espíritu de la Navidad que nos envuelve….. 😉 Desde primera hora de la mañana nos dedicamos a enviar mensajes de texto o de voz, de felicitación y buenos deseos para la mayoría de nuestros contactos y estoy segura de que a la mayoría os pasa como a mí, que para muchos de ellos es el único día del año en el que lo hacéis. Triste pero es así. Y no es excusa, pero en este mundo loco en el que vivimos siempre con prisas, faltos de tiempo… hace que muchas veces pasemos por alto algo tan simple y a la vez tan importante como es marcar el teléfono y charlar un ratito con la otra persona. Por contra, preferimos mandar una tarjeta virtual reenviada y ya nos contestarán cuando puedan. Es lo que tiene la generación de la tecnología. Qué penita 😦 Pero venga no nos pongamos tan serios que el remedio a eso está en nuestras manos. Por lo pronto yo hoy voy a hacer un par de llamaditas y de paso les invito a probar el postre que vamos a preparar hoy.
Para 6 tartaletas y 6 galletas de jengibre
250 g harina
150 g mantequilla
80 g azúcar glass
30 g almendra molida
2 yemas de huevo
1 pizca de sal
1 cdta esencia de vainilla
1 pizca jengibre
1 pizca nuez moscada
1/2 cdta canela
royal icing sugar para decorar las galletas (opcional)
Para la crema
600 ml leche entera
80 g azúcar
30 g mantequilla
40 g harina de maíz
corteza de limón
1 ramita de canela
Para decorar:
bombones de coco, macarons, figuritas de fondant y galletas de jengibre
Comenzamos preparando la masa de las tartaletas. Para ello mezclamos en un bol la harina tamizada junto con la almendra en polvo, la pizca de sal, el azúcar glass, la vainilla y la mantequilla muy fría cortada a dados. Con las yemas de los dedos vamos a mezclar los ingredientes hasta que obtengamos una masa con aspecto de migas de pan. Añadimos la yema de huevo y seguimos mezclando hasta lograr una bola de masa pero sin amasar demasiado, únicamente hay que integrar los ingredientes. Reservamos una parte de la masa a la que añadiremos la canela, el jengibre y la nuez moscada y mezclamos hasta que esté bien repartido. Con esta masa haremos las galletas.
Ponemos las dos masas independientemente entre dos hojas de papel vegetal y estiramos con un rodillo hasta conseguir un grosor de 6 mm aproximadamente. Dejamos reposar en el frigo unos 10 minutos para que endurezcan.
Existen moldes para hacer este tipo de tartaletas pero nos podemos apañar con un aro de cocina, el único problema es que habrá que hacerlas de una en una 😦 Nos llevará un ratito más. Otra opción es hacernos con esos moldes, con varios aros o preparar una única tartaleta con un aro grande.
En este caso el aro tiene un diámetro de 6 cm. Lo engrasamos ligeramente por la parte interna y cortamos lo que será la base. Aparte hacemos unas tiras de masa de 3 cm de ancho por 22 cm de largo para hacer el contorno.
Para hacer la primera tartaleta, ponemos el círculo sobre un trozo de papel vegetal, colocamos el aro de manera que el círculo quede dentro y seguidamente acoplamos una de las tiras por la parte interior justo tocando la base y pegada a la pared del aro. No hace falta pegarla con nada, durante el horneado se unirán las dos partes. Con un palillo o brocheta pinchamos el fondo sin llegar a traspasarlo. Todo esto lo veréis mejor en la foto.
Lo llevamos a la nevera mientras precalentamos el horno a 175ºC con calor arriba y abajo. Cuando haya alcanzado la temperatura metemos la bandeja en la parte media-baja y horneamos durante 15 ó 18 minutos o hasta que alcancen un bonito color dorado. Si durante el horneado veis que el fondo se infla podéis abrir el horno y agujerear un poquito más la masa. Lo ideal para que esto no pase es hornearlas con peso encima, es decir, poniéndoles un trozo de papel vegetal y unos garbanzos crudos por ejemplo. Pero a mí este detalle se me escapó y tuve que volver a pinchar la masa en mitad del horneado. Por suerte quedaron igual de bien 🙂 Una vez horneada esperamos unos minutos, retiramos el aro y traspasamos a una rejilla a enfriar por completo. Procedemos de igual manera con el resto de tartaletas.
Con ayuda de un cortador de galletas damos forma a éstas y las horneamos de igual forma. Una vez frías las decoramos con glasa real (royal icing sugar) que podemos comprar ya preparada y a la que tan sólo hay que añadirle unas gotas de agua. O preparar un glaseado sencillo a base de azúcar glass y unas gotas de leche que han de mezclarse hasta conseguir una consistencia espesa que nos permita hacer los dibujos. Pero si no queréis complicaros la vida, espolvoreáis las galletas con azúcar glass y listo. Quedarán igual de bonitas.
Para las figuritas blancas, estiramos un trozo de fondant blanco con ayuda de un rodillo y con un cortador le damos la forma. Dejamos secar.
En cuanto a los macarons, una vez hechos los rellené con una crema de chocolate blanco para mantener la línea de tonos claros en el postre. Me vais a perdonar que hoy no os cuente cómo los hice, pero prometo publicar más adelante una entrada en la que os explicaré el paso a paso de su elaboración, con trucos y consejos para os salgan de rechupete. Palabrita! 🙂 Para adornar la tartaleta podéis comprarlos hechos o utilizar otro tipo de adorno.
Una vez tengamos las tartaletas ya frías preparamos la crema. Para ello vamos a separar 100 ml de leche y diluimos en ella la harina de maíz. En un cazo vamos a echar el resto de la leche, la rama de canela y la corteza de limón. Llevamos al fuego y cuando rompa a hervir retiramos y dejamos infusionar tapado hasta que enfríe. Colamos la leche a otro cazo, añadimos el azúcar y también la leche con la harina de maíz. Llevamos a fuego medio removiendo constantemente para evitar que se pegue al fondo. Una vez haya espesado la crema, bajamos el fuego y la seguimos moviendo un par de minutos más a fin de que la harina se cocine. Retiramos del fuego, agregamos la mantequilla fría y mezclamos hasta que esté bien integrada. Inmediatamente rellenamos las tartaletas, tapamos con papel film a piel para que no se forme costra en la superficie y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Finalmente las dejamos en nevera hasta el momento de decorarlas.
Retiramos el film y les colocamos los adornos que teníamos preparados.
Et voilà!!! Ya tenemos nuestras tartaletas preparadas.
Que lo disfrutéis. Os deseo de corazón una muy FELIZ NAVIDAD!!! Besos
Ali
Consejos y Sugerencias:
*Podemos dejar hechas las tartaletas, las galletas decoradas, las figuritas de fondant el día anterior guardadas en una caja metálica (de hecho es lo que yo hice). Los macarons deben guardarse en la nevera. Al día siguiente únicamente tendremos que hacer la crema y decorar.
*La glasa real o royal icing sugar lo podemos encontrar en tiendas de venta de productos de repostería o en grandes superficies.
preciosas las tartaletas!
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Muchas gracias!!!
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Que maravilla de tartaletas
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