Seguramente os ha pasado alguna vez que os invitan a comer y tú, con la espontaneidad que te caracteriza, te ofreces para llevar el postre. Me equivoco? Total que con la mejor de las intenciones decides preparar esa tarta espectacular con la que poder lucirte y dejar a todos boquiabiertos. Pero por unos segundos te paras a pensar y dices: creo que me he precipitado un poco, quizás habría sido mejor llevar un par de botellitas de vino, porque a ver…. a fulanito no le gusta esto….. a menganito no le gusta lo otro…. y a zutanito? a ver a zutanito que es lo que no le gusta!!! 🙂 Y es que contentar a todo el mundo es difícil. Por eso, en esas ocasiones yo siempre recurro a los clásicos y la verdad es que suelo acertar.
La tarta de manzana por lo general suele gustar a todos, es sencilla de preparar y con ingredientes básicos que todos tenemos en casa. Es un tipo de tarta de la que se conocen muchas versiones, quizá la más típica sea la de hojaldre, pero también la encontramos con pasta filo, con masa quebrada, con bizcocho, con crema pastelera, sin crema, con caramelo…… Hoy os voy a contar como la hago yo, con masa quebrada y sin crema porque realmente no la va a necesitar ya lo veréis. Las cantidades que os indico son para cuatro tartaletas pequeñas o para un molde de 25 cm de diámetro.
Para la masa quebrada necesitamos:
400 g harina
180 g mantequilla fría
2 huevos “M”
60 g azúcar
2 cdas agua muy fría
25 g almendra molida
Para el relleno:
5 ó 6 manzanas grandes
1 cucharada zumo limón
25 g mantequilla
60 g azúcar
1 pizca de canela (opcional)
100 g almendra molida
1 huevo + azúcar para pincelar
Comenzaremos preparando el relleno de las manzanas. Para ello las vamos a trocear en dados pequeños y dejamos macerar 5 minutos en zumo de limón para que no se oscurezcan y tomen un ligero sabor, eso les va a aportar frescura.
A continuación escurrimos la manzana y la ponemos en un cazo con la mantequilla, el azúcar y la pizca de canela. LLevamos a fuego medio hasta que se haya reducido el líquido y la manzana se haya cocinado un poco, pensad que luego terminará de hacerse en el horno. La dejamos de nuevo en un escurridor hasta el momento de utilizarla.
Para hacer la masa de las tartaletas vamos a mezclar la harina junto con el azúcar y la almendra. Añadimos la mantequilla fría cortada en dados y con las yemas de los dedos vamos a mezclar los ingredientes, hasta conseguir una especie de migas. Si quedan bolitas de mantequilla no os molestéis en derretirla con las manos, pues esos trocitos son los que le van a aportar el crujiente a la masa. Añadimos los huevos enteros, el agua fría y terminamos de unir. No hay que amasar, tan sólo cohesionar ya que no queremos que se desarrolle el gluten. El agua debe estar fría para que la mantequilla no se derrita. Hacemos una bola con la masa, envolvemos en film para que no se reseque y la dejamos enfriar en la nevera una 1/2 hora para que endurezca y nos resulte más fácil estirarla después.
Colocamos la masa entre dos papeles de hornear y la estiramos con ayuda de un rodillo, dejándola con un grosor de unos 6mm. La acoplamos a las tartaletas y retiramos el sobrante.
Extendemos una ligera capa de almendra molida sobre la base de la tarta para que absorba los posibles jugos que puedan resultar de la manzana al hornearse y así de esta manera nos aseguramos de que no se humedece la base manteniéndose crujiente. Ponemos una capa de manzana bien extendida sin dejarnos huecos.
Con la masa que nos ha sobrado hacemos unas tiras y las entrelazamos. Con un cortapastas le damos forma circular y colocamos sobra la manzana.
Mientras precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo, dejaremos las tartaletas en la nevera. Justo antes de meter en el horno, pincelamos con huevo batido y espolvoreamos con azúcar.
Horneamos en la bandeja media-inferior durante 30 minutos aprox. Retiramos, dejamos enfriar y desmoldamos.
Lo bueno de este tipo de tartas es que no necesita frío y eso nos da la tranquilidad de que se va a mantener en perfecto estado durante horas. La podemos consumir templada o fría. La verdad es que está riquísima y la combinación del crujiente de la masa con la jugosidad del relleno es divina.
Qué! Apetece?
Espero que os guste. Besos
Ali
Consejos y Sugerencias:
*También podemos poner la manzana cruda, pero de la manera que os he indicado está espectacular de rica y nos ahorramos hacer la crema. Aunque, entre nosotros, con la crema tiene que ser la bomba.
*Al hacer las tiras con la masa sobrante debemos procurar que la masa esté fría, sino es prácticamente imposible de manejar y de que mantenga la forma.
*Sé que me hago pesada pero quiero insistir en que la masa de la tartaleta no hay que amasarla como si fuésemos a hacer pan, tan sólo unir los ingredientes. Si amasamos mucho desarrollamos el gluten y obtendremos una masa totalmente distinta a lo que buscamos.
*Para rematar el postre podemos acompañarlo con una bola de helado. Ahí lo dejo! 🙂
Estoy contentísimo!!!!!
Ayer hice la tartaleta de manzana (en un molde de 25 cm) y me quedó riquísima
Es que yo soy un poco torpe con los postres…..
Gracias Alicia por explicarlo tan bien.
Con tus recetas , no tengo problema.
Un beso!!!!!
Cristina
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Hola Cristina. No sabes lo que me alegro de que te haya salido tan rica. La verdad es que es una tarta muy socorrida y con cualquier fruta queda bien. Un abrazo muy fuerte wapa. Nos vemos prontito. Ali
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