Los petit fours no son otra que elaboraciones de repostería y confitería en miniatura. Al ser de tamaño reducido se comen de un solo bocado, bueno….. en mi caso en dos… que soy muy fina 🙂 La verdad es que son muy cucos pero sobre todo tentadores pues hay tantísimas variedades, a cuál más coqueta, que no sabría por cuál de ellas decidirme. Son el complemento perfecto para una mesa dulce.
Por lo que tengo leído el nombre les viene dado por la forma en que se horneaban antiguamente, à petit four, es decir, con el horno pequeño, bajito, prácticamente apagado o con el calor residual después de haber horneado otras elaboraciones, pues de no ser así imaginaros…. con aquellos hornos de leña se hubieran chamuscado rápidamente. Si aquella gente hubiera sabido que en un futuro la temperatura de los hornos se controlaría con un mando a distancia….. hubieran flipado seguro.
Como la mayoría de las cosas, estas miniaturas también han ido evolucionando y, en la actualidad como os decía, hay infinidad de variedades hasta el punto de que se clasifican por categorías: dulces, salados, frescos, secos y blandos, dependiendo de la forma de elaborarlos y de los ingredientes que los compongan.
Que os parece si nos arremangamos y preparamos estos petit fours de bizcocho de cacao con merengue de fresa? Pues venga va, que empezamos. Con las cantidades que os pongo os van a salir bastantes, pero no os preocupéis que no os van a sobrar muchos… 😉
Para los bizcochitos necesitamos:
100 ml nata (35% materia grasa)
80 g azúcar
2 h “M”
65 g harina
15 g almendra molida
20 g cacao puro en polvo
1 cda levadura química
Para el merengue:
2 claras de huevo
El doble de peso de las claras en azúcar
1 cdta limón
Unas gotas de esencia de fresa
1 pizca de colorante en pasta color rosa
mermelada de fresa o miel para el acabado final
Comenzamos preparando los merenguitos pues es lo que más tiempo nos va a llevar. A ser posible, lo ideal sería hacerlos el día anterior para que estén bien secos y crujientes. Una vez hechos los vamos a conservar en una lata metálica. Podéis ver la preparación aquí.
Para hacer los bizcochitos vamos a batir los huevos enteros junto con el azúcar hasta que doblen su volumen. Sin dejar de batir añadimos la nata, la almendra molida y finalmente incorporamos la harina que habremos tamizado junto con la levadura y el cacao en polvo.
Rellenamos las cavidades de un molde de semiesferas pequeñas, sin llegar al borde. De no disponer de este tipo de molde, otra opción es hornear una plancha de bizcocho y después darle forma a las piezas con un cortapastas pequeño.
Horneamos unos 5 ó 6 minutos en horno precalentado a 170ºC. Retiramos, dejamos enfriar por completo y desmoldamos. Si se han abombado por la parte superior, los nivelaremos con un cuchillo de sierra para que queden planos.
Finalmente vamos a unir las dos piezas con una pincelada de mermelada (sin trozos) o miel. Utilizaremos muy poca cantidad, la justa para que se peguen ya que si ponemos más de la cuenta se ablandará demasiado la base del merengue.
Y ya los tenemos hechos!
Decidme, quién puede resistirse a una cosita así? La combinación de la textura esponjosa del bizcocho con el crujiente del merengue es divina.
Que lo disfrutéis. Hasta la próxima. Besos
Ali