Cuántas veces hemos tenido antojo de chocolate y cuando buscas en la despensa resulta que no queda ni una onza y piensas: vaya…. pues mala suerte… 😦 Pero no os ha pasado de encontraros el envoltorio de la tableta bien puestecito en el estante y al abrirlo comprobar que está vacío? Uiiiiiiiii…. eso es lo peoooor!! Qué decepción….. Seguramente que quien hizo la broma estuvo muy pendiente de ver quién iba a ser la próxima víctima, para echarse unas risitas. Y con el envoltorio en la mano gritas: quien ha sidoooo…. que lo crujo!! jejejej. Desde luego que con esa amenaza el culpable no se iba a entregar, pero que no baje la guardia que voy a estar pendiente y cuando lo pille la próxima vez…..… uiiiii cuando lo pille!!!…… jejejej 😉
Si tan grande el antojo de chocolate no os preocupéis que os traigo la solución: unas galletas de cacao con chips de chocolate tan ricas que desaparecerán en un abrir y cerrar de ojos. Son facílisimas de hacer y se preparan en un momento, además con ingredientes que normalmente tenemos en casa. Bueno, los chips quizá no, pero podemos sustituirlos por frutos secos troceados por ejemplo. Os parece que comencemos? Mirar, vamos a necesitar:
Para unas 20 galletas:
125 g harina
50 g cacao puro en polvo
115 g mantequilla a temperatura ambiente
100 g azúcar moreno
1 huevo “L”
1 pizca de sal
30 ml leche
1 cdta esencia de vainilla
100 g chips chocolate
1 cdta bicarbonato sódico
sal maldon
Tamizamos la harina junto con el cacao en polvo, el bicarbonato y la pizca de sal. Por otro lado mezclamos la mantequilla junto con el azúcar, añadimos el huevo, la leche y la vainilla. En el caso de hacerlo en amasadora utilizaremos el accesorio de la pala.
A continuación unimos los ingredientes secos con los húmedos y añadimos 2/3 partes de las chips mezclando hasta que estén totalmente integrados. El resto de chips los reservaremos. La masa resultante la dejaremos enfriar y endurecer en la nevera un par de horas.
Una vez ha endurecido la masa, cogeremos porciones de unos 20g y sin manipularlas demasiado, es decir, que no hace falta que las redondeéis perfectas, las iremos dejando sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal y separadas unas de otras para que no se peguen al expandirse durante el horneado. No las vamos a aplanar, ellas solas se irán expandiendo y cogiendo la forma de galletas. Lo bonito es que una vez horneadas tengan aspecto rústico, un poco craquelado. Colocamos el resto de chips de chocolate sobre cada pegote de masa. Mientras ponemos a precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo, dejamos la bandeja con las galletas en la nevera.
Horneamos durante 12’ aprox. Una vez hechas las traspasamos a una rejilla para enfriar. Si os gustan los contrastes como a mí, podéis esparcir unas escamas de sal maldon por encima. Éstas van a acentuar el sabor del chocolate.
Y ya las tenemos listas. Crujientes por fuera y tiernas en su interior, estas galletas son una de mis debilidades. Ni que decir tiene del aroma que desprenden al hornearse….. es gloria bendita!
Con un vaso de leche muy fría y un par (o más… 😉 ) de estas galletas tenemos la merienda solucionada.
Qué….. apetece?? Pues venga, no os lo penséis más y a por ellas. Ya habéis visto que en menos de media hora las tenéis preparadas.
Hasta la próxima. Besos
Ali
Consejos y Sugerencias:
*Cuando hablamos de mantequilla a temperatura ambiente no quiere decir que tenga que estar derretida, sino que podamos hundir el dedo en ella. Debe atemperarse fuera de la nevera, nunca en el microondas y mucho menos al sol, que aunque sé que es tentador hacerlo cuando se nos ha olvidado sacarla de la nevera no os lo aconsejo pues si nos descuidamos y se derrite ya no nos servirá. Por ello cuando una receta requiera la mantequilla blanda, la sacaremos del frigo como mínimo una hora antes, salvo cuando haga mucho calor, que enseguida tendrá la textura que necesitamos. Para acelerar el proceso la podemos cortar en trozos o láminas.
*Estas galletas se conservan en perfecto estado durante días dentro de una lata metálica.