Posiblemente la mañana de Reyes sea la única del año en la que los más peques madruguen tanto, verdad que sí? Y es que de repente, en el silencio de la madrugada sólo se oyen que pies descalzos correteando por el salón de casa junto con el sonido estruendoso de los envoltorios y un: shhhhhh, no hagas ruidoooooo….. son tan graciosos!! La verdad es que nos resulta entrañable ver la ilusión con la que abren con brío sus paquetes, imaginando a toda velocidad qué es lo que contienen. Lo que no nos resulta tan agradable es el madrugón que nos pegamos pues la noche anterior nos hemos ido a dormir a las tantas esperando a que los enanos se hayan dormido del todo para poder colocar todas las cositas, lo cual nos lleva otro ratito…… y a eso le hemos de añadir el tiempo que tardamos en coger el sueño. Total que entre pitos y flautas has dormido entre 3 y 4 horas y, cuando estás en mitad del sueño profundo, de sopetón, se abre la puerta de tu dormitorio como si de un huracán se tratara y piensas, ooooh….. xD…… en serio me está pasando esto a mí…..!! Directamente tu cama pasa a ser una especie de mercadillo de juguetes, envoltorios, cintas, notas…. y no puedes evitar esbozar una sonrisa porque…. sencillamente…. te recuerdan a tí mism@ a su edad.
Mientras dura la algarabía y hasta que se relajan un poco nos da tiempo a hornear nuestro roscón de brioche que lo habremos dejado preparado la noche anterior en la nevera tan sólo para meter en el horno y a preparar un delicioso chocolate a la taza con el que acompañarlo, porque el roscón de hoy está pensado para eso.
Os cuento como preparar el de hoy.
Para la masa madre:
90 g harina de fuerza sin tamizar
60 g leche templada
2 g levadura fresca
Para la masa principal:
la masa madre preparada
350 g harina de fuerza sin tamizar
10 g levadura fresca
80 g azúcar
1 pizca de sal
80 leche entera
corteza de naranja, 1 ramita de canela (para infusionar la leche)
2 cdas agua de azahar
2 ctas de ron añejo
2 huevos enteros a temperatura ambiente
60 g mantequilla no muy fría en dados
Antes de comenzar comentaros que la vida del brioche es muy corta, tanto que no está igual de tierno ni esponjoso horneado el mismo día en que te lo vas a comer que del día anterior. Estará bueno pero yo recomiendo hornear el mismo día, merece mucho la pena. Pero como necesitamos horas para el levado, yo lo que hago es prepararlo todo la tarde anterior y dejo el molde con las bolas de masa ya levadas tapado con film en la nevera para frenar el crecimiento pues con un levado en exceso se corre el riesgo de que la masa pierda la estructura del gluten y se obtenga como resultado un brioche hueco, sin miga pues subirá mucho en el horno pero después se desinflará. Al día siguiente lo saco de la nevera, lo pincelo y horneo.
Ahora sí, comenzamos. Lo primero de todo será dejar preparada la masa madre y para ello vamos a desmenuzar la levadura directamente en la harina, añadimos la leche y mezclamos hasta formar una bola. La dejamos en un cuenco tapado durante un par de horas para que fermente. Al propio tiempo vamos a infusionar la leche con la ramita de canela y la corteza de naranja. Para ello, lo llevamos a fuego medio y justo en el momento de ebullición, retiramos y dejamos templar mientras coge los aromas. Colamos y lo medimos, pues se habrá evaporado un poco, con lo cual añadimos lo que resta hasta los 80 ml aprox.
Cuando han pasado las dos horas del reposo de la masa madre, ponemos en un recipiente amplio (o en el bol de la amasadora) la harina de fuerza, la levadura desmenuzada, el azúcar, la pizca de sal, los huevos, el agua de azahar y el ron. Tranquilos por los niños, el alcohol se evapora y nos deja un sabor riquísimo en el roscón, en serio, tenéis que probarlo. Comenzamos a amasar y vamos añadiendo de poco en poco la leche, siempre es mejor corregir de líquido que de harina. Amasamos primeramente durante unos 10 minutos (en amasadora, si lo hacemos manualmente será el doble de tiempo) y a continuación vamos añadiendo la mantequilla de poco en poco para que la vaya absorbiendo. Amasamos otros 10 minutos más (20´a mano) o hasta que veamos que la masa se vuelve elástica y se desprende de las paredes del recipiente. Dejamos reposar un un bol untado con aceite durante 2 horas para que aumente de volumen y en lugar alejado de corrientes de aire, por ejemplo, dentro del horno apagado. Lo taparemos con film.
Pasado ese tiempo, mirad como ha crecido.
La traspasamos a la mesa de trabajo que habremos engrasado un poco para que no se pegue y la amasamos suavemente un minuto para desgasificarla un poco. No hace falta ser brusco. Así le quitamos las burbujas gordas que se han formado dentro. Dejaremos que se relaje entre 10-15 minutos para poder hacer las bolas porque ahora la masa está muy tensa y se encogería. Tapamos con film engrasado para que no se forme costra. A continuación, formamos las bolas mientras las pesamos en una balanza para que todas tengan el mismo tamaño. A mí con la cantidad de masa me ha salido para hacer un roscón y con el resto he hecho brioches independientes. Las vamos colocando sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal y alrededor de un aro dejando un poco de separación entre ellas porque aún han crecer un poco más. Cubrimos con film engrasado y dejamos levar 1 y 1/2 más.
No os agobiéis con los tiempos, pensad que un buen levado nos dará como resultado una miga menos densa y más esponjosa. Ahora ya lo tenemos a punto para hornear o para dejarlo en la nevera y hornearlo al día siguiente. Como vosotr@s queráis.
Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Pincelamos el roscón con leche y con delicadeza para no pinchar la masa. Horneamos durante unos 20 minutos. Si queréis que brille más podéis pintarlo con huevo batido en lugar de leche, pero a mí en esta ocasión me gusta más así. Si hacia el final del horneado vemos que se nos dora demasiado cubrimos la superficie del roscón con papel de aluminio. Retiramos del horno, dejamos enfriar un poco y retiramos el aro.
Una vez frío lo decoramos con azúcar glas. Mirad, yo en este caso he hecho unas plantillas con papel vegetal para darle un poco de gracia.
Colocamos una plantilla en cada una de las bolas y con ayuda de un colador espolvoreamos el azúcar glas.
Yo en este caso lo he dejado así tal cual para poderlo tomar con chocolate a la taza pero perfectamente podemos rellenarlo de trufa, nata, crema pastelera….
Mmmmmm…… que rico xD!! Después del madrugón esto es gloria!
Os deseo que paséis un buen día de Reyes y que os hayan traído lo que habéis pedido. De no ser así…. ya sabéis…. a portarse mejoooor…. jjejejjej 😉
Hasta la próxima. Besos
Ali
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Te deseo un feliz reyes .muchas gracias por tus postres nos endukzas muchísimo
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Felices Reyes para tí también Encarna. Un beso
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