Os podéis creer que hace siglos que no veía naranjas sanguinas en las fruterías? En serio, no es ninguna mentira, recuerdo haberlas visto de niña en el colmado de al lado de casa, donde vendían de todo, desde fruta y verdura hasta un cepillo de dientes pasando por pilas para la radio. Sí, sí… no os extrañe, estamos hablando de hace ya unos cuantos años…. Vaya, creo que con esto estoy delatando mi edad jejejjjj…. 🙂
Por lo que he leído, así como el período de temporada de la naranja común es larga, el de la naranja sanguina es muy corto, pues únicamente se desarrolla cuando se dan unas condiciones medioambientales específicas, es decir, días calurosos con noches muy muy frías. Ahora entiendo el porqué suelen escasear y es que amig@s, el cambio climático no ha beneficiado para se produzca esa mutación. Qué penita!! Deciros también que esos tonos rojizos tan llamativos de la pulpa se deben a la presencia de unos pigmentos que normalmente contienen muchas frutas pero no cuando se trata de cítricos, a excepción de este caso. De ahí que también se les llamen naranjas de sangre. Su sabor es más intenso, un poco ácido y menos dulce que la naranja común.
Así que hoy, que por suerte las he encontrado, quiero aprovechar para hacer un delicioso bizcocho ideal para desayunar, merendar o para esos momentos de debilidad que todos tenemos. Porque no me digáis que vosotros no los tenéis, o es que soy yo la única….? mmmmm…… jejejejejjj….
Os doy mi palabra de que os va a encantar, es un bizcocho tierno y húmedo que en combinación con la naranja almibarada harán las delicias del paladar más exigente. Si no encontráis este variedad de naranja, podéis hacerlo igualmente con naranja común, saldrá igual de rico, de hecho yo lo hago siempre así, salvo hoy 😉 Probadlo y me contáis.
Necesitamos:
Para las naranjas en almíbar:
220 g de azúcar
130 ml de agua
2 naranjas
1 palito canela
anís estrellado
Para el bizcocho: (molde 20 cm)
170 g harina
160 g azúcar
200 ml nata 35% materia grasa
3 huevos «L» a temperatura ambiente
30 g almendra molida
10 g levadura
1 cdta vainilla en pasta
Comenzamos preparando las naranjas en almíbar. Para ello las vamos a pelar procurando retirar la mayor parte blanca y las hacemos rodajas finas.
En una cazuela de base amplia ponemos el agua y el azúcar y llevamos a ebullición. Colocamos las rodajas de naranja, el palo de canela, el anís estrellado y cocemos a fuego medio-bajo durante unos 15 minutos, hasta que estén blandas.
Una vez hechas las dejamos enfriar en ese almíbar. Las que nos sobren podemos guardarlas en un tarro de cristal cubiertas por el almíbar y en la nevera. Se conservarán en perfecto estado durante meses.
Continuamos preparando la masa del bizcocho. Para ello vamos a batir a velocidad alta los huevos junto con el azúcar hasta que blanqueen. A continuación, sin dejar y a velocidad media vamos añadiendo la nata. Finalmente añadimos la almendra y la harina que habremos tamizado junto con la levadura y mezclaremos con suavidad para que no se baje la mezcla.
Untamos las paredes y la base de un molde con mantequilla y forramos con papel vegetal. Colocamos las rodajas de naranja en la base, empezando por el centro y añadimos un chorro de almíbar por encima. A continuación vertemos la masa del bizcocho y damos un golpe al molde contra el mármol para que se distribuya bien la masa.
Precalentamos el horno a 175ºC con calor arriba y abajo. Introducimos el molde en la bandeja central y horneamos durante unos 20 minutos.
Retiramos y dejamos enfriar en el mismo molde unos 5 minutos y desmoldamos.
Me encanta el colorido de esta tarta. De repente me ha entrado un hambre…….. 🙂
Os espero aquí la semana que viene. Que seáis felices. Un beso
Ali
Que bueno debe estar y que presentación más bonita.Enhorabuena.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Luisa. La verdad es que está muy rico, es un bizcocho, suave y esponjoso. La naranja almibarada le da un punto espectacular. Te invito a que lo hagas, verás como te gusta. Gracias compi. Un beso.
Me gustaMe gusta
Brutal!!
Enviat des del meu iPhone
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Pere!! Cuánto tiempo sin saber de tí! Espero que lleves bien el confinamiento. Déjate caer algún día por Decanato. Un abrazo.
Me gustaMe gusta