Oficialmente ya tenemos aquí el otoño. Digo sólo oficialmente, porque las temperaturas no hacen honor a la estación no creéis? El tema se repite cada año: que no sabes que ropa ponerte, que vamos disfrazados… Y es que es así, nos colocamos las chaquetas pero sin embargo llevamos calzado de verano 🙂 Aunque a mí ya me está bien que siga el buen tiempo, que luego el invierno se hace largo y el frío a mí me acobarda hasta el punto de que salir a la calle me supone un sacrificio. Creo que he exagerado un poco pero ya me entendéis. Da pereza. Así que mientras llega o no llega el frío aprovecho mis ratos de ocio y entre ellos la rutina de ir a caminar los viernes por la tarde con mi querida amiga Neus. Es nuestro momento de conversación, de risas, de confidencias….Y como no, después de la agotadora caminata y para rematar la tarde solemos ir a merendar porque, como decía aquel anuncio: “nosotras no valemos” 😉
Todo esto viene porque el viernes pasado no pude resistirme a probar un strudel de manzana que me esperaba provocativamente en el aparador. Me gustó tanto que aquí os traigo una réplica con alguna variación que he aportado. Venga, vamos con la receta.
Necesitamos:
4 hojas de pasta filo
2 manzanas
50 g azúcar moreno
30 g pasas
30 g nueces
100 ml ron
50 g mantequilla
100 ml ron añejo
Pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las cortamos en trocitos. Por otro lado ponemos a macerar las pasas en el ron para que se hidraten. En un cazo a fuego medio derretimos la mantequilla, añadimos las manzanas y rehogamos unos minutos. A continuación agregamos el azúcar moreno junto con la canela y seguimos rehogando hasta que el azúcar se haya disuelto por completo.
Finalmente incorporamos las nueces picadas y las pasas. Mi aportación a esta receta ha sido añadirle también el ron que le va a dar un sabor increíble al relleno. Dejaremos caramelizar a fuego medio hasta que el ron se consuma, sin dejar de remover para que no se pegue al cazo. Reservamos.
Precalentamos el horno a 180ºC. Sobre la superficie de trabajo extendemos la primera lámina de pasta filo y la pincelamos ligeramente con mantequilla derretida, colocamos la siguiente lámina encima y repetimos la operación. Así hasta terminar con las cuatro láminas. Con esto conseguimos se hidraten y no se rompan al manipularlas. Esta pasta es muy delicada y hay que tratarla con mimo.
Como una imagen vale más que mil palabras, en las siguientes fotos os muestro como colocar el relleno, cerrar y enrollar el strudel. Forramos la bandeja de horno con papel vegetal y lo colocamos encima con la parte que cierra hacia abajo. Lo pincelamos de nuevo con mantequilla y horneamos en la parte central del horno durante 25´ aproximadamente o hasta que veáis que está dorado.
Retiramos del horno.
Espolvoreamos la superficie con azúcar glass y servimos.
–IMPORTANTE: Tomarlo templado. Es cuando mejor se aprecia el crujiente de la pasta filo. Frío no es lo mismo. Y si tenéis la oportunidad, acompañarlo con una bola de helado. De vicio!!
NOTAS:
-El strudel es un dulce típico de Austria y del sur de Alemania.
-En lugar de pasta filo podéis hacerlo con hojaldre bien fino. Estará igual de bueno.
-El relleno más común del strudel es con manzana pero podéis utilizar cualquier otra fruta que os guste.
-No tengáis reparo si lo han de comer niños porque el alcohol del ron se evapora. Lo único que perdura es su sabor. Mmmmm… me comería el relleno a cucharadas!
Hasta la próxima!!
Este es mi favorito!!!😜
Me gustaLe gusta a 1 persona
A mi también me gusta mucho. La masa filo queda muy crujiente y el relleno con ese puntito de ron está buenísimo. La combinación es perefecta. Un abrazo Montse
Me gustaMe gusta
Y tanto que lo valemos!! y que bien nos sientan nuestra caminatas, hacemos terapia sin pagar!! Jejeje
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ya lo creo. Besos mil.
Me gustaMe gusta