Ya es Navidad!! Por lo menos en El Corte Inglés. Pensábais que me había vuelto loca verdad? Nada más lejos. Esa frase se ha convertido ya en un mito. Parece que hasta que no la oímos anunciar no empezamos a sentir el espíritu navideño. Es como si se diera el pistoletazo de salida para empezar a hacer las comprar y a pensar en los menús de las Fiestas. No os lo parece a vosotros? Que poder tienen algunos!! 🙂 Igualmente podemos ver como los supermercados ya sacaron a la venta los productos navideños hace más de un mes. xD cada vez los ponen antes! El año que viene puede que veamos turrones en agosto. Y hablando de turrón, hoy os traigo uno de yema que está para chuparse los dedos, en serio. Super fácil y rápido de hacer.
Para una tableta necesitamos:
225 g almendra molida
260 g azúcar
3 yemas
95 ml agua
ralladura de limón
1 cdta. canela en polvo
Para la cobertura:
1 huevo
50 g azúcar
Hacemos un almíbar mezclando el agua con el azúcar y llevándolo a fuego medio-bajo para que se disuelva el azúcar. Una vez disuelta, subimos la temperatura hasta que comience a hervir. Necesitamos un almíbar a punto de hebra. Para reconocerlo no tenemos más que mojarnos los dedos en agua fría e inmediatamente meterlos juntos en el almíbar y sacarlos. Al separar los dedos se forma un hilo. Retiramos del fuego. Seguidamente echamos el almíbar lentamente sobre las yemas mezclando al mismo tiempo con unas varillas.
Añadimos la canela y la ralladura de limón e incorporamos poco a poco la almendra procurando que quede bien mezclado pero sin remover demasiado para que la almendra no suelte aceite. A continuación lo llevamos nuevamente al fuego bajo durante un par de minutos sin dejar de remover porque es muy fácil que se nos pegue al fondo del cazo.
Rellenamos el molde que habremos forrado con papel vegetal. Si no tenéis un molde especial para turrón, siempre podéis sustituirlo por un tupper que tengáis en casa.
Cubrimos con film de plástico y dejamos reposar en la nevera un par de días.
Para la cobertura final vamos a hacer una crema de yema. Para ello batimos el huevo junto con el azúcar y lo cocinamos al baño María sin dejar de remover durante unos 10 minutos.
Cuando ya tengamos la crema hecha la extendemos sobre el turrón. La alisamos y espolvoreamos la superficie con azúcar.
Finalmente quemamos con un soplete de cocina, con una pala de quemar o incluso con el grill del horno.
Y ya tenemos nuestro turrón casero cien por cien. Probadlo y comprobaréis que existe un antes y un después.
NOTAS:
-Se conserva perfectamente durante una semana fuera de la nevera
-Es importante que la almendra sea de buena calidad. Yo he utilizado de la variedad marcona. Hay bastante diferencia de sabor.
-El valor calórico que tiene es una bomba de relojería, pero tampoco hace falta comerse media barra, jeje 🙂 un trocito es más que suficiente para disfrutar de este delicioso pecado.
Hasta el próximo post!! Y ánimo con las compras navideñas que dejan la VISA temblando, jejej Chaooooooo.