“eat me” Si es que no puede ser. Si ya nos cuesta reprimirnos sólo nos hace falta leer el mensajito para poner a prueba nuestra capacidad de autocontrol. Yo, como os he comentado en alguna ocasión, soy muy débil en este aspecto y voy a caer en sus redes. Vaya que si caigo! Es que no me lo pienso dos veces. Este pastelito es un primor. La combinación del bizcocho tierno de almendra con la crema de moka es deliciosa. Me comería mi ración, la tuya y la del vecino. Qué avariciosa soy!! 🙂 No, en serio, es un postre para nada pesado, de esos que cuando te lo terminas te cortarías otro trozo. Yo hoy os lo presento en raciones individuales por eso le he llamado sandwich que es lo que parece. Pero para más comodidad y rapidez podéis hacerlo de una medida mucho más grande y cortarlo en porciones cuando esté bien fresquito.
Para la plancha de bizcocho:
100 g almendra molida
100 g azúcar
4 claras de huevo
Para el relleno:
300 ml leche
200 ml nata líquida
100 g azúcar
4 yemas de huevo
50 g maizena
2 cdas de café soluble
Lo primero que haremos será la plancha de bizcocho. Para ello comenzamos batiendo las claras y cuando empiecen a espumar añadimos el azúcar a modo de lluvia. Batiremos hasta conseguir un merengue brillante y firme. Añadimos la almendra molida e integramos con delicadeza para que no pierda mucho volumen. Precalentamos el horno a 170ºC con calor arriba y abajo. Extendemos sobre una bandeja de horno y horneamos en la parte central durante 20´o hasta que esté ligeramente dorado. Una vez hecho lo dejamos enfriar sobre una rejilla.
Mientras tanto vamos a hacer la crema de moka. Batimos las yemas con el azúcar. Disolvemos la maizena en la leche e incorporamos a las yemas, mezclándolo bien. Finalmente diluímos el café soluble en la nata y añadimos. Lo cocinamos a fuego medio hasta que espese, removiendo constantemente.
Retiramos el papel de horno de la plancha de bizcocho. Para que resulte más fácil, la colocamos boca abajo sobre el mármol ligeramente enharinado y retiramos el papel. Cortamos la plancha en rectángulos. También dejaremos preparada la manga y boquilla para rellenar porque lo haremos justo en el momento de retirar la crema del fuego. Dejamos enfriar la crema unos 5 minutos y ponemos una capa en la base de los pastelitos.
Colocamos la parte superior y espolvoreamos con cacao en polvo. O, si lo preferís, con azúcar glass.
Qué me decís ahora? vais a resistiros a la tentación de darle un mordisquito y dejar que otr@ lo haga por vosotros? El mensaje está muy claro: “cómeme” Os dejo que lo penséis. Hasta la próxima!!
NOTAS:
*Para que las claras monten bien es importante que estén a temperatura ambiente.
*Podéis utilizar nata líquida especial cocina que es más ligera que la que utilizamos para montar.
*En cuanto a las cucharadas de café soluble va a gustos, podéis añadirle más o menos, no alterará el resultado final, únicamente variará el sabor pero no la textura.
*Importante poner papel de hornear en la bandeja a la hora de hacer la plancha de bizcocho y retirarlo como os he indicado. De lo contrario se os romperá.