A quien inventó la salsa toffee deberían darle una medalla. Qué digo una medalla!!! Un saco lleno. Y es que es tan deliciosa que sólo de pensarlo se me hace la boca agua. Esa fusión del caramelo con la nata y la mantequilla es…..impresionante. Es una salsa que da mucho juego ya que podemos utilizarla tanto para relleno de tartas como para cobertura, o simplemente como acompañamiento de postres e incluso para endulzar unas palomitas. Lo mejor de todo es que se conserva perfectamente en un tarro de cristal cerrado y en el frigo durante prácticamente unas tres semanas. Otra opción es hacer varios tarros en conserva al baño María y tenerlos de reserva. Hoy os muestro como hacerla y en próximos posts haremos cositas con ella.
Vamos a necesitar:
50 g azúcar blanco
40 g mantequilla punto pomada
200 g nata 35% materia grasa
2 escamas de sal maldon (opcional)
Ponemos a calentar la nata y retiramos del fuego antes de que rompa a hervir. Reservamos. A continuación ponemos el azúcar en un cazo a fuego medio y dejamos caramelizar sin remover con ningún utensilio. De esta manera evitaremos que el azúcar cristalice. Lo que sí podemos hacer es coger el cazo por el mango y moverlo para que el azúcar caramelice por todas partes igual. Estaremos muy pendientes de que no se nos queme porque amarga. Ojo! no se os ocurra meter el dedo para probarlo!! Yo es que estuve a puntito de hacerlo, jejejej…. que cabecita la mía! La quemadura puede ser terrible.
Cuando el caramelo haya adquirido un bonito color dorado oscuro añadimos la nata poco a poco y ahora sí que debemos mezclar con una cuchara de madera o varillas.
Finalmente añadimos la mantequilla y continuamos removiendo hasta que la mezcla sea homogénea. Aunque ahora la veáis líquida tened en cuenta que al enfriar espesa y estará más densa.
Podemos darle un toquecito especial añadiendo un par de escamas de sal maldon, pero no más, porque cambiará totalmente el sabor y ya no será el toffee que esperábamos.
Y ya la tenemos. Veis que fácil. Está de rechupete. No sé si voy a poder esperar a que enfríe.
NOTAS:
*Podéis hacer el caramelo con azúcar moreno, también está delicioso. Yo he preferido hacerlo con azúcar blanco porque controlo más el punto para que no se queme.
*La nata la vamos a añadir caliente para que no haya contraste de temperaturas y pueda salpicar.
*Si hacéis el doble de cantidad, seria conveniente utilizar un cazo de base más ancha para que el azúcar quede bien repartido y no se amontone y caramelice uniformemente.
Hasta otro día.
Ali