No sé si os ha pasado alguna vez como a mí, tener que preparar una tarta y daros cuenta en el momento justo de hacerla que os faltan ingredientes. Para colmo de males es domingo y el super está cerrado. Dioooos!!! es lo peor que te puede pasar cuando ya llevas una idea hecha. Por un momento la situación te descoloca. La tarta es para celebrar un cumpleaños. Y qué haces? lloras? gritas de rabia? le mendigas a la vecina?… Calma. Tienes varias opciones: le colocas una vela a una magdalena (por lo menos que la sople), te acercas a la pastelería más cercana (que abre todos los festivos) o reinventas tu postre. La idea que yo tenía era la de preparar una super tarta de cerveza negra compuesta por varias capas y cubrir la parte superior con su correspondiente frosting de queso. Vuelvo para atrás porque os estaréis preguntando una tarta de qué??? Pues, como bien habéis leído, de cerveza negra, pero que sepáis que en absoluto sabe a cerveza, creedme lo que os digo, sin embargo ésta ayuda a potenciar el sabor del chocolate de tal manera que la hace irresistible. Está impresionante de verdad. Lo curioso de esta historia es que yo tenía comprados los ingredientes pero en cuanto al queso crema hice corto. Cosas que pasan. Así que bueno, pensé que la solución era hacer una tarta más pequeña, pero justamente el molde lo había prestado. Ufff, todo se juntaba!! La Ley de Murphy. Así que finalmente opté por hacer unos cupcakes que también son muy resultones. Os cuento como hacerlos.
Para las magdalenas necesitamos:
100 ml cerveza negra
125 g mantequilla
125 g harina
150 g azúcar
45 g cacao puro en polvo
1 huevo “L”
70 ml nata líquida
1 cdta bicarbonato
1 cdta vainilla líquida
Para la cobertura de buttercream de queso:
100 g mantequilla punto pomada
150 g queso tipo philadelphia
200 g azúcar glass
Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
Comenzamos poniendo a calentar a fuego medio la cerveza en un cazo junto con la mantequilla cortada en dados hasta que ésta se haya derretido por completo. Retirar del fuego. En un cuenco mezclamos el cacao tamizado y el azúcar y le añadimos la cerveza, removiendo con varillas hasta que esté bien mezclado.
A continuación, batimos el huevo con la nata y la vainilla e incorporamos a la mezcla anterior. Por último incorporamos la harina tamizada junto con el bicarbonato y mezclamos suavamente con las varillas.
Colocamos las cápsulas en el molde y rellenamos hasta cubrir las 3/4 partes de su capacidad, no más o se os desbordarán.
Horneamos en la bandeja central durante 12´. Una vez hechos dejamos en el molde 5´ y los sacamos a una rejilla para que enfríen por completo.
No he podido resistir la tentación de comerme uno. Mirad que esponjoso está por dentro.
Para hacer la cobertura de buttercream vamos a batir con unas varillas eléctricas y a velocidad media la mantequilla ablandada, añadimos el azúcar glass y cuando veamos que ya se ha mezclado subimos la velocidad al máximo y batimos durante 5 minutos. A continuación le echamos el queso crema que habrá de estar muy muy frío y batimos unos segundos, sólo hasta intregrarlo.
Rellenamos una manga pastelera a la que habremos puesto una boquilla, en este caso he utilizado una de estrella abierta. Para la decoración vamos a colocar la manga perpendicular a la magdalena y trazaremos un círculo desde dentro hacia afuera. Espolvoreamos un poco de cacao por encima y listo.
Si no los vais a consumir en el momento es aconsejable conservarlos en el frigo, por el queso crema más que nada. Cuando ya os los vayáis a comer los sacáis unos 20 minutos antes para que se templen.
Y hasta aquí la receta de hoy. Sólo puedo deciros que han desaparecido de la bandeja en un santiamén. Feliz cumpleaños!!!
NOTAS:
* La tarta original no lleva buttercream en la superficie sino un frosting de queso que se hace montando nata junto con el azúcar glass y añadiéndole el queso crema. Se vierte por encima de la tarta simulando la espuma de la cerveza. Yo he preferido hacer una buttercream que queda muy rico también y a mí me gusta más estéticamente.
* Mientras estéis batiendo la mantequilla con el azúcar glass, dejar el queso crema en el congelador. Esos cinco minutos harán que enfríe mucho más. Utilizad una velocidad baja cuando estéis añadiendo el azúcar o pondréis la cocina perdida. Una vez integrado subid la velocidad al máximo.
* El bicarbonato aporta esponjosidad pero sí que hay que tener la precaución de meter enseguida la bandeja en el horno para que no pierda esa propiedad ya que, a diferencia de la levadura química que reacciona en contacto con el calor, el bicarbonato actúa de inmediato en contacto con el resto de ingredientes, sobre todo con los ácidos.
Hasta la próxima. Besos
Ali