Eso es exactamente lo que os dirán cuando los prueben 😉 ya lo veréis.
Con la entrada de hoy quiero complacer a esas amigas con niñ@s pequeños que me han pedido en varias ocasiones que publique recetas en las que ellos puedan participar. Pues claro que sí! Hay miles de preparaciones sencillas para que ell@s se diviertan. El cómo lo dejen todo después…. eso ya es otro cantar 🙂 Pero…. y qué más da verdad? al fin y al cabo lo importante es que pasen un rato entretenido, diferente…. pero sobretodo, divertido. Y sólo de ver cómo se sienten de importantes lo compensa todo. Teniendo en cuenta que los peques por lo general son impacientes y quieren resultados rápidos, pensé que unos huesitos serían la mejor opción. Son tan sencillos de preparar que ni siquiera podemos decir que se trate de una receta, pues no tenemos que hacer ninguna elaboración ya que vamos a partir de elementos ya preparados. Así que…… delantal….. manos limpias…… y a por faena.
Ingredientes (para 12 huesitos):
1 paquete de 24 obleas para helados
1 bote de crema de cacao y avellanas
200 g chocolate fondant especial postres
1 cdta aceite de girasol
Dividimos las obleas en cuatro bloques de cinco. Os sobrarán cuatro. Si no queréis que os sobren podéis hacer seis bloques de cuatro obleas, o cuatro de seis……. como queráis. Calentamos la crema de cacao en el microondas durante 20 segundos para que coja fluidez. Untamos ligeramente cuatro de las obleas, las vamos apilando unas sobre otras y finalmente ponemos la última sin untar a modo de tapa.
Iremos dejando cada bloque sobre una bandeja que llevaremos a la nevera durante media hora para que la crema de cacao endurezca un poco y nos resulte más fácil cortar los huesitos. Un truquito que suelo utilizar para que los bloques queden bien presionados es colocar sobre ellos otra bandeja con algo de peso encima.
Una vez la crema haya endurecido dividimos cada bloque en tres con un cuchillo de sierra. Las líneas grabadas en la oblea nos van a servir de guía.
Derretimos el chocolate en el microondas en tandas de 30 segundos removiendo cada vez para que no se nos queme. Cuando ya lo tengamos fundido le añadimos la cucharadita de aceite y mezclamos hasta que esté totalmente integrado. Preparamos una bandeja forrada con papel vegetal y sobre ésta una rejilla. Sumergimos cada huesito en el chocolate y con un tenedor lo retiramos a la rejilla para que escurra el sobrante.
Ya sólo tenemos que dejarlos en la nevera para que el chocolate solidifique y listos. Podemos dejarlos tal cual o decorarlos por ejemplo con coco, almendra crocanti, confites, sprinkles….. pero siempre antes de que el chocolate endurezca del todo.
Cualquier excusa es buena para darnos un capricho pero sobre todo os los recomiendo para esas ocasiones en las que nos sentimos débiles físicamente pues ya sabéis que el chocolate nos da energía para tirar millas.
Por cierto, no me hago responsable de cómo os van a dejar la cocina 😉 Eso sí, se van a sentir como auténticos pasteler@s.
Consejos y Sugerencias:
*Ahora que el calor empieza a hacerse de notar lo mejor es dejarlos en el frigo hasta el momento de consumirlos si no queréis pringaros las manos de chocolate. Y os digo una cosa, si he de escoger, sea invierno o verano, prefiero tomarlos fresquitos ya que el chocolate mantiene la textura crujiente que los hace francamente irresistibles.
*Si queremos hacerlos con chocolate blanco hemos de sustituir el aceite por manteca de cacao.
Que lo disfrutéis
Ali