Tengo debilidad por las galletas, por todas en general. Tanto me da si son de mantequilla, de chocolate, de jengibre…. hojaldradas, crujientes, abizcochadas..… alargadas, redondas, cuadradas, con una peineta encima….. me da exactamente igual, me chiflan todas. Pero ya no sólo por comerlas sinó por hacerlas. Y es que son de aquellas cosas que me encanta preparar y que no me da pereza nunca porque no es para nada complicado y en cuestión de un ratito podemos disfrutar de una rica merienda improvisada. Además, si tenéis peques en casa os aseguro de que se divertirán estirando la masa y cortando las galletas, pero como más, comiéndoselas y sino haced la prueba. Aunque como os he dicho, no son difíciles de hacer, sí que es cierto que hemos de tener en cuenta algunos detalles si queremos que nos queden de diez. Aun así, la norma no es para todas igual, dependiendo del tipo de galleta prepararemos la masa de una forma u otra. Pero qué os parece si comenzamos con las que os traigo hoy y os voy contando. Tomad nota!
Para unas 25 galletas (50 mitades)
100 g harina
25 g cacao puro en polvo
75 g mantequilla fría
40 g azúcar glass
15 g almendra molida
1 yema de huevo
1 pizca de sal
1 cdta esencia de vainilla
Para al relleno:
100 g perlas de candy melt blanco
2 cdas de sirope de fresa
Para estas galletas necesitamos que la mantequilla esté muy fría, la cual vamos a trocear en daditos. Tamizamos la harina junto con el cacao y el azúcar glass. En un recipiente amplio mezclamos la harina, el cacao, el azúcar glass, la almendra molida, la pizca de sal, la vainilla y la mantequilla. Con las yemas de los dedos mezclamos los ingredientes hasta que obtengamos una masa arenosa. Añadimos la yema y mezclamos lo justo hasta que los ingredientes estén integrados. Vamos presionando la masa y juntándola hasta formar un bloque, pero sin amasar, tan sólo cohesionar. Si amasamos mucho lo único que conseguiremos es que la mantequilla se derrita y que comience a desarrollarse el gluten de la harina, obteniendo así una masa blanda y no es lo que queremos. Envolvemos en papel film y llevamos a la nevera para que coja firmeza durante 1/4 h. No la dejéis más tiempo para que no endurezca demasiado.
Pasado ese tiempo, retiramos la masa del frigo, la colocamos entre dos hojas de papel vegetal y estiramos con un rodillo hasta conseguir un grosor de unos 6 mm aprox., así… finitas, porque pensad que luego va el relleno y otra galleta encima. Si las queremos sin relleno las haremos un poquito más gruesas. Para hacerlas todas del mismo grosor yo utilizo un rodillo que en los extremos tiene unos anillos de diferentes diámetros. Si sois dados a hacer galletas os lo recomiendo al cien por cien porque os garantizo que quedan todas iguales. Metemos la masa estirada la nevera un buen rato para que endurezca y nos resulte más fácil cortar las galletas. Cogemos el cortador elegido, lo pasamos por harina para que no se pegue la masa y comenzamos a darles forma. Aunque si la masa está muy fría no será necesario, según veamos.
Los recortes de masa los estiramos de nuevo y seguimos cortando galletas. Si vemos que la masa se ablanda, dejamos de cortar y la llevamos de nuevo a la nevera a endurecer, de lo contrario va a ser complicado darles forma y colocarlas en la bandeja porque se romperán. Conforme las vayamos cortando las iremos dejando sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal o sobre un tapete especial. Os cuento que mi última adquisición ha sido un tapete de silicona microperforado. Es la caña! porque el calor circula por toda la base de la galleta horneándola uniformemente y evitando que ésta se abombe. Para mí se ha convertido en un imprescindible al igual que el rodillo del que os hablaba. Pero vamos…. que hasta ahora me he apañado con el papel vegetal y han quedado muy bien. No os ralléis con esto.
Este tapete lo hemos de poner sobre una rejilla y no sobre la bandeja. Bien, pues mientras precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo (nunca ventilador) llevamos de nuevo las galletas a la nevera, con bandeja o rejilla incluídos. Insisto mucho en esto y no es porque tenga obsesión ni nada por el estilo, es porque es importante que las galletas estén bien frías al meterlas en el horno para que mantengan la forma pues antes de que puedan deformarse ya se habrán cocinado. Las vamos a hornear durante unos 12´aprox. No os aconsejo dejarlas por más tiempo porque se endurecen o lo que es peor, se queman. Por eso una vez hechas no las vamos a dejar en el horno con la puerta abierta, directamente las sacamos, esperamos un par de minutos y las traspasamos a una rejilla a enfriar, siempre en rejilla. Si las dejamos en la bandeja se ablandará la base por la humedad que se pueda acumular. Y ojo! con cuidado al traspasarlas porque en caliente son muy frágiles.
Mientras tanto, vamos a hacer el relleno. Previamente vamos a dejar preparada una manga pastelera con boquilla redonda o sin boquilla, con un agujero pequeño. Y es que esta crema endurece pronto y hay que actuar con rapidez. Derretimos los candy melts junto con el sirope de fresa en un cazo al baño María o en el micro en intervalos de 15 segundos.
Cuando esté prácticamente derretido del todo, agitamos la mezcla con unas varillas, veréis que se forma una crema espesa y en bloque. Rellenamos con ella la manga pastelera e inmediatamente cubrimos las mitad de las galletas. Finalmente colocamos las otras mitades encima a modo de tapa.
Listas!! Espero que os animéis a hacerlas porque, desde ya, os digo que están riquísimas. La combinacion de chocolate y fresa es divina.
Y yo de vosotros iría pensando en preparar otra hornada porque esta desaparecerá en un visto y no visto. Son adictivas, en serio! 😉
Os espero aquí la semana que viene. No faltéis!! Que seáis felices.
Ali
Consejos y Sugerencias:
*Los candy melts son unas grageas con un ligero sabor a chocolate blanco y que una vez fundidas son perfectas para hacer decoraciones o coberturas. Las podemos encontrar en tiendas especializadas en artículos de repostería o por internet. Las hay de colores. Si no encontramos el color que queremos podemos utilizar colorante pero ha de ser uno especial con base de aceite, no sirve cualquiera.
*Otra opción para el relleno es utilizar candy melts de color rosa y añadir unas gotas de esencia de fresa.
*La pizca de sal que añadimos a la masa potenciará el sabor del chocolate.