Tarta 21 cumpleaños de Alberto

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Para quienes hemos sido madres nos resulta prácticamente inevitable relatar esa experiencia  así como los detalles de los momentos previos, eh que sí!! Y quizá somos pesadas, muy pesadas, pues cuando llega el aniversario solemos repetir cada año lo mismo con las mismas palabras si cabe,  pero es que es una vivencia que nunca vamos a olvidar porque es  tan……. no sé como describirlo…… mmmmm…… creo que ÚNICA es el adjetivo que mejor le funciona. Ese momento en el que dejan en tus brazos a tu bebé no tiene comparación con nada, en un instante se te olvida todo lo que has pasado antes.  Lo definen como el milagro de la vida y es que realmente es así. Seguro que habrá quien diga que no piensa volver a pasar por lo mismo o que no es tan maravilloso ni tan idílico como lo pintan, es respetable y comprensible dependiendo de como lo hayan vivido. Sin embargo, dentro de la complejidad del asunto, es curioso que normalmente solemos recordar con simpatía todas aquellas  anécdotas que se han sucedido. En mi caso lo más gracioso (bueno, gracioso ahora que ya ha pasado jejejej….. ) fue que cuando nos dirijíamos en coche hacia el hospital, nos encontramos con un atasco en la autovía. Yo, a punto de caramelo, los vehículos que avanzaban a paso de tortuga y aún nos faltaban 15 km para llegar!!  Ya os podéis imaginar. Y pensaba: en serio me está pasando esto a mí?  Pero ante aquella situación, lejos de poner el grito en el cielo me dió por reír, en serio, supongo que era risa nerviosa, porque de gracioso no tenía nada pues el panorama que se presentaba era de todo menos divertido. La verdad es que cualquiera que me viera con ese barrigón, riendo a carcajadas en lugar de gritar de dolor pensaría que estaba pirada o que alguien me estaba haciendo cosquillas jejejjjjje……. Ya estábamos pensando en tocar el claxon y sacar un pañuelo por la ventanilla cuando llegamos a la altura de dos furgones de ambulancia que recogían los heridos de un accidente. Como me vería ya de avanzada  que, a la desesperada,  me planteé incluso en pedirles que me llevaran al hospital al que se dirigían, cuando…. como suele ocurrir en todos los atascos….. de repente se normalizó el tráfico y dando a todo lo que daba el pedal del acelerador llegamos al hospital directos a la sala de partos. Una vez allí, fuera nervios, todo vino rodado y es lo que os decía en un principio, con mi bebé en brazos y mirando esa carita tan linda me olvidé de la angustia previa…… de las dolorosas contracciones….. me olvidé de todo.  Ese fue el día más feliz de mi vida.  Ya han pasado 21 años de eso y lo recuerdo como si fuera ayer. 

Pues mirad, para celebrarlo preparé la tarta que os traigo hoy. Os cuento como hacerla. 

Haremos 2 bizcochos y para cada uno necesitamos:

125 g yogur tipo griego

160 g harina

50 g cacao puro en polvo

250 g azúcar

125 ml aceite girasol

3 huevos

16 g levadura química

 Para el almíbar:

1 vaso de agua 

1 vaso de azúcar

Para el relleno de trufa:

½ l nata vegetal

3 cucharadas colmadas de cacao puro en polvo

Para la cobertura de ganache:

200 g chocolate de cobertura

200 ml nata líquida (35% matèria grasa)

Para la simulación del hielo:

6 hojas de gelatina

200 ml agua

Otros:

Fondant marrón y negro 

Etiqueta y botellitas mini Jack Daniel´s

topper «Happy Birthday»

Comenzamos preparando los bizcochos la víspera para que se asienten y se puedan cortar bien sin romperlos. Precalentamos el horno a  175ºC con calor arriba y abajo.  Para el primero de ellos mezclamos por este orden: yogur, aceite y azúcar.  Añadimos los huevos de uno en uno, es decir, hasta que no se integre el primero no añadimos el segundo y después el tercero. Es aconsejable que los huevos estén a temperatura ambiente, el resultado es mejor. A continuación tamizamos la harina junto con la levadura y el cacao. La vamos añadiendo a la preparación anterior y mezclamos con varillas de mano. Engrasamos un molde redondo de 18 cm. de diámetro y colocamos en la base un círculo de papel vegetal para desmoldarlo después fácilmente. Vertemos la masa en el molde y cuando el horno alcance la temperatura,  lo introducimos en la rejilla del medio y horneamos durante 45 minutos aprox. dependiendo de cada horno. Comprobamos la cocción con un palillo y si sale limpio retiramos, dejamos enfriar 5 minutos en el molde y a continuación desmoldamos sobre una rejilla. Antes de que enfríe lo vamos a envolver en film para que no se reseque y se mantenga tierno. Repetimos la operación para hacer el otro bizcocho. Al día siguiente dividimos cada bizcocho en 4 capas cada uno, bien con un cuchillo de sierra como el del pan, por ejemplo, o con una lira. La ventaja de utilizar la lira es que todas las capas tendrán el mismo grosor. Para mí se ha convertido en un utensilio de fondo de armario. Pero vamos que…. con un cuchillo de sierra y siendo un poco maños@s nos quedará igual de bien.

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El día anterior prepararemos también el almíbar para que enfríe y se torne un poquito más espeso. Para ello, echamos en un cazo el agua y el azúcar y llevamos a fuego medio-alto. Cuando comience a hervir, contabilizamos un par de minutos y retiramos del fuego. Dejamos enfriar por completo y guardamos en un tarro de cristal hasta el momento de utilizar.

Para simular los cubitos de hielo vamos a utilizar gelatina. Lo hemos de dejar preparado también la víspera. Para ello, pondremos las hojas de gelatina a hidratar en agua fría unos 10 minutos. A continuación, las escurrimos con las manos y las añadimos a los 200 ml de agua caliente. Removemos enérgicamente con unas varillas hasta que veamos que se han disuelto por completo. En este punto podemos añadirle unas gotas de saborizante transparente. Vertemos en un recipiente cuadrado o rectangular, dejamos enfriar y llevamos a la nevera a cuajar. Una vez ha cuajado la volcamos sobre la superficie de trabajo y cortamos en dados con un cuchillo afilado. No es necesario que estén perfectos. A que molan?? Parecen cubitos de hielo de verdad!!

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La última preparación que vamos a dejar hecha también la víspera es la ganache (ganash) ya que ésta necesita tiempo para que coja cuerpo. Para ello vamos a trocear pequeñito el chocolate y lo ponemos un recipiente hondo. En un cazo, calentamos la nata y justo en el punto de ebullición retiramos y vertemos sobre el chocolate. Dejamos reposar un minuto y a continuación con unas varillas batimos enérgicamente hasta obtener una crema homogénea. Tapamos con film a piel y dejamos reposar a temperatura ambiente. Con el paso de las horas va a adquirir una textura tipo crema de cacao. Aquí los más golos@s corremos el riesgo de perder la cabeza y liarnos a cucharadas hasta terminarla, me lo dices o me lo cuentas…… pensaréis. Pero nooooo….. no podemos caer en la tentación, así que venga…. a alejarla de nuestra vista hasta el momento de usarla. Para alegraros un poquito os diré con la cantidad que hemos preparado sobrará jijijiiij…… 😉 lo he hecho a propósito, pero más que nada porque siempre es mejor hacer de más por si surge un imprevisto.

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Al día siguiente y con nuestras preparaciones previas hechas ya podemos comenzar con el montaje de la tarta. Vamos a humedecer ligeramente cada capa de bizcocho con el almíbar y reservamos. Para preparar el relleno de  trufa mezclamos el cacao con la nata vegetal que deberá estar bien fría y comenzamos a montar con varillas eléctricas. La nata vegetal, como os he comentado en otras ocasiones, no necesita conservación en frío lo cual nos viene perfecto para la tarta de hoy que no puede ir a la nevera al llevar decoración de fondant. No le vamos a añadir azúcar pues este tipo de natas por lo general ya suele estar azucarada. Y tampoco la vamos a montar muy dura porque después es complicado extenderla, así que cuando veáis que empieza a coger cuerpo paráis de batir. No os preocupéis que no se va a venir abajo.

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Entre capa y capa de bizcocho vamos a extender la trufa y el excedente que sobresalga lo alisamos con una espátula.

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A continuación, con ayuda de una espátula untaremos todo el contorno y la superficie de la tarta con la ganache. No hace falta que sea una capa gruesa, lo suficiente para que el fondant se adhiera fácilmente.

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Pasamos la paleta alisadora por toda la tarta y retiramos el sobrante de ganache. 

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Para la decoración de la tarta, amasamos con las manos un trozo de fondant marrón y estiramos muy fino con un rodillo,  cortamos un círculo del diámetro de la tarta y lo colocamos en la parte superior.  A continuación, medimos la altura de la tarta y estiramos rectángulos, esta vez un poco más gruesos y de unos 7 cm de ancho  y en cuanto a lo alto añadiremos 2 cm más, de modo que sobresalga por arriba. Con la punta de un cuchillo o con una esteca para modelar marcamos unas rayas y nudos, simulando la madera. Colocamos cada pieza alrededor de la tarta.

Al fondant de color marron le vamos a mezclar un trozo del de color negro para oscurecerlo. Lo amasamos con las manos hasta que los colores se integren. Medimos el contorno de la tarta,  estiramos el fondant y hacemos 2 tiras de unos 3 cm de ancho por la medida del contorno. Para pegarlas a la tarta las untamos con un pelín de agua o con pegamento comestible y las colocaremos una arriba y otra más abajo como si sujetásemos las lamas de madera.  Para los tornillos,  hacemos bolitas pequeñas, las aplanamos y hacemos una marca en el centro. Estiramos fino otro trozo de fondant que usaremos para pegar la etiqueta.

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Pegamos la etiqueta al fondant y aquí también colocamos unos clavos de fondant como los anteriores pero más pequeños. La etiqueta la podéis buscar por internet e imprimirla en un folio o, como en este caso, papel de foto.

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Es momento de trasladar la tarta a la base de presentación.  Colocamos los cubitos de gelatina sobre la tarta. Para evitar que la gelatina humedezca el fondant y lo arruine, vamos a colocar film transparente en la superficie y sobre éste ponemos los cubitos. El film también nos vendrá bien después para retirar los cubitos. Colocamos las dos botellitas de licor y el topper de “Happy Birthday”. 

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Y este ha sido todo el proceso. Un poco entretenido, lo sé, pero es todo cuestión de organizarse. Y es que decidme, acaso no merece la pena invertir tiempo en las personas importantes de nuestras vidas? Yo creo que sí, de hecho es una de mis prioridades, sobre todo con mi familia que es lo mejor que tengo  y a la que adoro tremendamente.  Uffff…. ya me ha salido la vena sentimental….. es que estoy muy sensible últimamente 🙂 

Bueno amig@s, me despido por hoy. Vuelvo prontito, me quedan unos días de vacaciones y me los voy a tomar de relaaaaax absoluto. Bueno a ver..…. esa es la idea, pero que…… con este carácter inquieto que tengo estoy segura que al segundo día andaré desesperada buscando una actividad en la que ocupar el tiempo. Es lo que tengo….. que no sé estar sin hacer nada 😉

Hasta prontoooooo. Besos

Ali

 

5 comentarios sobre “Tarta 21 cumpleaños de Alberto

  1. Es bonito siempre recordarlo como si va fuera ayer mismo. Entre el cariño y amor que has puesto en tu preparación es un buen resultado. Gracias por compartir tus inquietudes y con lo que disfrutas. Un besazo

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  2. Madre mía!!! madre mía!!!
    Cada día te superas!!!
    Me encanta!!!
    Espero que hayas disfrutado de tus vacaciones, ya tenía ganitas de verte.
    A ver si encuentro un hueco y nos ponemos al dia.
    Un besazo preciosa!!!

    Le gusta a 1 persona

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