El año pasado me quedé con las ganas de traeros esta delicia de brioche que desde luego bien podríamos utilizar para decorar la puerta de nuestra casa. El problema está en que no duraría ni un par de horas allí colgada. Así que lo mejor será que la dejemos en su bandejitaaaa…. dentro de casaaaa…. para poder disfrutarla a cualquier hora del día. Sí sí, a cualquier hora porque ya os digo yo que es muy pero que muy tentadora y adictiva. Y es que como está a la vista pues…… aquello que pasas por delante y coges un trozo….… a la vuelta coges otro, esta vez más pequeñito, que no se note mucho jjejejjj….. y al rato buscas una excusa para volver a pasar con la intención de coger otro. Es entonces cuando ojiplática dices eiiiii….. pero que ha pasado aquiiiiiií……?? Y es que por lo visto no eres la única que está haciendo lo mismo porque ha desaparecido más de la mitad 🙂 Está claro que aquí el que no corre vuela!! Pero yo, si he de escoger el mejor momento del día para disfrutarla es a la hora del desayuno porque la pillas con ganas y te sabe a gloria bendita. Podemos rellenar nuestra guirnalda de lo que más nos guste, cacao, mazapán, mermelada….. Estando ya en puertas de la Navidad he preferido utilizar ingredientes muy de estas fechas como las nueces… las pasas así como especias tan navideñas como lo son el jengibre, la canela y la nuez moscada. El clavo de olor molido es otra especia que le viene bien al conjunto pero ha de usarse muy poquito porque tiene un sabor tan potente que puede enmascarar a las otras y aquí de lo que se trata es de buscar un equilibrio de sabores para hacerlo espectacular y no que destaque uno por encima del otro. Incluso si nos pasamos puede arruinarnos el dulce. Yo la verdad es que no suelo utilizar esta especia porque tiene un sabor particular no me acaba de hacer. Es de las pocas cosas que no me gustan. Pero vosotros, como queráis. Para gustos se hicieron los colores.
Y ahora qué os parece si nos ponemos manos a masa? Pues venga va, que comenzamos. Mirad, vamos a necesitar:
Para la masa:
250 g harina de fuerza
10 g azúcar
3 g sal
4 g levadura seca panadero
15 g mantequilla temperatura ambiente
150 ml agua tibia
Para el relleno:
20 g mantequilla derretida
50 g azúcar moreno
2 cdas canela en polvo
1/2 cdta de nuez moscada
1 ctda de jengibre
25 g nueces picadas
25 g pasas
100 ml ron añejo
Para el glaseado:
1/2 taza de azúcar glass
1 ó 2 cdas leche entera para diluir
Ponemos a hidratar las pasas en el ron tibio para que queden tiernecitas. Si no queréis hidratarlas en ron podéis hacerlo en agua pero yo apuesto por el ron porque le aporta un puntito muy rico y en el caso de que esta rosca la vayan a comer niños no hay ningún problema ya que el alcohol se evapora durante el horneado. Hacedme caso: R O N 😉
Para hacer la masa vamos a mezclar todos los ingredientes y amasamos durante 15 minutos en amasadora, a mano ya sabéis que vamos a necesitar unos cinco minutos más. Hemos de conseguir una masa elástica que se despegue de las manos. La ponemos en un cuenco amplio engrasado y tapamos con un trapo.
Mientras tanto vamos a dejar preparado el relleno. Picamos las nueces, derretimos la mantequilla, mezclamos el azúcar con las especias y ponemos a escurrir las pasas. En cuanto a las especias aquí cada cual que las añadas a su gusto. Yo os he indicado la cantidad que suelo poner.
Una vez que tenemos la masa levada la vamos a desgasificar con el puño.
Sobre una hoja de papel vegetal estiramos la masa con ayuda de un rodillo dándole forma rectangular. Si es necesario espolvoreamos ligeramente la masa con harina para que no se pegue el rodillo. A continuación pincelamos con la mantequilla derretida pero que no esté caliente sino enfriada a temperatura ambiente.
Espolvoreamos por encima el azúcar con las especias y seguidamente esparcimos las nueces picadas y las pasas. Procurad dejar unos 3 cm libres en uno de los lados largos de la masa para poder cerrar el rulo sin problemas.
Comenzamos a enrollar la masa por la parte más larga y concretamente por el lado que no hemos dejado el espacio, apretando suavemente para que no queden huecos.
Nos aseguraremos de que el rulo quede bien cerrado sellando todo el borde.
Con un cuchillo afilado abrimos el rulo por la mitad longitudinalmente. Al abrirlo dejaremos a la vista las capas internas que es lo bonito de esta rosca. Colocamos las dos mitades hacia arriba.
Y comenzamos a hacer una trenza. Este paso puede ser un poquito delicado porque el rulo es largo, pero no desesperéis, pasito a pasito la vamos a ir formando.
Cuando ya tengamos la trenza hecha unimos los extremos formando una rosca.
Dejamos levar nuevamente en lugar cálido de 30 minutos a 1 hora, esta vez sin tapar.
Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo, introducimos la bandeja sobre la rejilla del nivel medio y horneamos durante unos 35 minutos, dependiendo de cada horno. Si en mitad del proceso veis que se empieza a dorar demasiado ponedle papel de aluminio encima.
Mmmmm…… no os podéis imaginar el olor que se desprende de la cocina cuando se está horneando, es maravilloso!
Una vez horneada la retiramos del horno y traspasamos a una rejilla para enfriar.
El último paso es decorarla con glasa. Para preparar la glasa vamos a poner el azúcar glass en un cuenco y le vamos a ir añadiendo gotas de leche poco a poco, removiendo con unas varillas hasta que el azúcar se disuelva y no queden grumos. Hemos de lograr que adquiera un punto de fluidez ligero pero no demasiado. Siempre estamos a tiempo de rectificar de azúcar o de leche, según la queramos más o menos espesa. La glasa la hemos de preparar justo en el momento de decorar porque se seca.
Cogemos una cucharada de glasa y dejamos caer ésta sobre la rosa dibujando unas líneas. Podemos hacerlo con un biberón de cocina pero con la cuchara quedan como más intermitentes y no tan perfectas y es lo que le da la gracia al dibujo.
Y ya podemos servirnos un trocito de esta deliciosa guirnalda porque recién hecha es cuando mejor está, crujiente por fuera, tierna por dentro, madre mía….. esto es un espectáculo. Lo bueno que tiene es que no es muy dulce, el dulce se lo aportan las pasas que junto con las nueces y las especias lo hacen totalmente irresistible. Por eso yo por mi parte, lo siento mucho pero no voy a esperar a más, me cojo un trozo y dentro de un rato como el que no quiera la cosa….. vuelvo a por otro 😉
Como siempre os digo, la vida del brioche es corta, así que no dejéis para mañana lo que os podáis comer hoy 😉 Lo que sobre lo guardaremos envuelto en film para evitar que se reseque.
Y esto ha sido todo por hoy, espero que os haya gustado y os animéis a hacerla, os va a encantar.
Os espero aquí la semana que viene. Besooooooos
Ali
Qué bonita! Y qué rica tiene que estar… ☺️😘
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Muchas gracias 😉 Está muy rica la verdad.
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