
Hola holaaaaaa….! Qué….? Cómo lleváis el calorcito? Pega eh…!!! pues agarraros que vienen curvas. Tengo un sueño que se me repite a diario en el que me veo a mí misma pulsando desesperadamente un botón para regular esta calina 🙂 Tela telita la que está cayendo y vamos a más según dice el hombre del tiempo. Es el tema del día vayas por donde vayas, en el curro, por la calle, en el noticiario…. Y no sé a vosotros pero a mí hay días en que me entra una flojera que si me soplas me caigo, porque donde yo vivo al calor se le suma la humedad del ambiente, con lo cual esto es insufrible. Pero bueno no voy a quejarme pues prefiero el calor al frío, por eso confío en que cuando me toque coger vacaciones el tiempo no me traicione y se gire de repente, porque este año que ya podemos disfrutar del veranito un poco más no me molaría nada tener que meter el abrigo en mi bolsa de viaje. Aunque una rebequita no puede faltar porque en el lugar en el que paso mis veranos por las noches refresca y es una gozada. Jo…. qué ganas de que llegue el día de poner rumbo hacia allí. Y es que durante todo este año, al no poder escaparme ningún día con todo el tema del confinamiento perimetral lo he echado muchísimo de menos.
Así que para ir trampeando este calor sofocante hoy os traigo unos deliciosos y refrescantes polos de hielo elaborados con manzana verde. Son muy sencillos de hacer pues tan solo necesitamos fruta y almíbar que va a ayudar a suavizar la textura para que al morder no nos encontramos con un bloque de hielo, además de que van a aportarle el dulzor justo para que estén ricos ricos. Y quiero compartir con vosotros la fórmula secreta que guardo como oro en paño para que nuestros polos de frutas sean un éxito. No es mía, la encontré a base de buscar información, la internete lo sabe todo. Consiste en utilizar el 63% del peso del puré de fruta en almíbar. Podemos variar un poco la cantidad pero hemos de tener en cuenta que dependiendo de la cantidad de almíbar que añadamos el grado de congelación no será el mismo. Es decir, si añadimos menos almíbar nuestros polos serán más duros y si por el contrario utilizamos más corremos el riesgo de que no lleguen a congelar correctamente. Por eso yo siempre sigo esta fórmula que no falla y quedan divinos con cualquier tipo de fruta. Hacedme caso.
Os parece que comencemos ya? Pues venga va, que cuanto antes los hagamos antes nos los comemos. Mirad, vamos a necesitar:
Para 10 polos:
800 g manzanas verdes Granny Smith
510 g almíbar
zumo de 1 limón grande
Para el almíbar:
300 g azúcar
300 g agua
1 rama de canela
zumo de 1 limón
El almíbar lo vamos a preparar la noche anterior y lo dejaremos en la nevera para que esté fresquito. Si nos olvidamos de dejarlo preparado tampoco pasa nada, pero de un día para otro espesa un pelín y es mejor. Para ello vamos a poner el azúcar, la rama de canela y el agua en un cazo. Lo llevamos al fuego alto y dejamos hervir durante unos 2-3 minutos. Retiramos, añadimos el zumo de limón y guardamos en un tarro de cristal con tapa.
Lavamos bien y descorazonamos nuestras manzanas verdes, aquellas que llaman Granny Smith. No las vamos a pelar porque de esta forma nuestros polos tendrán un color muy bonito. Mientras las cortamos podemos ir echándolas en un recipiente con agua y zumo de limón a partes iguales para evitar que se oxiden y cogan ese color amarronado que echa para atrás. Aunque si somos rápidos este paso nos lo podemos saltar.

Las escurrimos y ponemos a triturar junto con el almíbar y el zumo de un limón. Si tenéis una procesadora de alimentos potente tipo Thermomix, perfecto porque lo que nos interesa es que quede una textura lo más fina posible aprovechando la piel de manzana que además de aportarle color tiene propiedades nutritivas muy interesantes. Y sino, pues con una batidora de cuchillas, la de la mayonesa de toda la vida, aunque tendréis que hacerlo en dos tandas para que se triture bien o utilizando un recipiente grande donde quepan todas holgadamente. Trituraremos hasta hacer un puré muy muy fino. Aún así hemos de pasarlo por un colador para retirar lo que no ha podido triturarse porque después no es agradable al paladar, por lo menos para mí.

Vertemos el puré en las cavidades de un molde para polos pero sin llegar al borde ya que al congelar aumentan de volumen.

Insertamos las paletinas y llevamos al congelador un mínimo de 6 horas para que estén en su punto. Si no tenemos un molde para polos podemos utilizar vasitos de plástico como los de chupito o más altos. En ese caso para que al clavar las paletinas se mantengan derechas hemos de dejar que los polos se congelen un ratito, como una hora más o menos, lo suficiente para que no se tuerzan.

No vamos a tener problemas para desmoldarlos con el calor que está haciendo, pero si alguno se resiste a salir de su cavidad podemos pasar la parte exterior del molde bajo el grifo de agua un segundito.
Son tan ricos y refrescantes que uno solo os sabrá a poco.

Que los disfrutéis. Besos
Ali