
Esta es la primera entrada de este 2023 y arranco con unos galletitas tipo cereal saludables para el desayuno. Y es que no podía ser de otra manera teniendo en cuenta que no hace ni quince días que dejamos atrás las Navidades, donde no nos hemos privado de nada y es ahora cuando vienen los lamentos: que si estos vaqueros me aprietan, que si la camisa no me abrocha…. Ayyy Dios!!! Si es que la tentación es muy mala y el ser humano por naturaleza tiende a pecar. Y si no que se lo digan a Eva, quien persuadida por la serpiente mordió la manzana y acto seguido la compartió con Adán, que el pobrecillo no quería oiga pero claro…. se la plantan ahí delante tan brillante y tan hermosa que se le nubló la vista y pasó lo que pasó, que la tentación le pudo y pecó también y ambos fueron expulsados del Paraíso, así directamente, sin pasar por la casilla de salida. Y me pregunto…. qué clase de manzana sería? Golden, Granny Smith, Fuji, Reineta…. Pues por lo visto de ninguna porque mirad, dejando los escepticismos a un lado y basándonos en las Sagradas Escrituras, hace poco leí que al parecer hubo un error en la traducción de éstas del ebreo al latín y se interpretó que el “fruto prohibido” era la manzana cuando en realidad se trataba de otra fruta. Vosotros sabíais esto? Madre mía… toda la vida pensando que era la manzana y ahora nos desmontan el mito….
Bueno, volviendo al hilo de lo que hablaba, pues que en esas fechas pasa eso, que todo nos parece poco y nos liamos la manta a la cabeza comprando de todo lo que se nos antoja. Aunque aquí las verdaderas culpables son esas largas sobremesas en las que es un constante ir y no parar a las bandejas de dulces que nos tientan después de habernos puesto finos con las comidas familiares. Pero oye… que también os digo una cosa: que nos quiten lo bailao…. o no? Ahora nos cuidamos durante unas semanitas y aquí no ha pasao na de na. Y cuanto antes empecemos mejor que luego nos da más pereza, que esa es otra….. Así que para desayunar yo propongo, entre otras, unas galletitas saludables tipo cereal. Son fáciles de preparar, no necesitamos aparatejos y podemos hacer una buena tongada para toda la semana.
Además, os cuento que son aptos prácticamente para todos los públicos pues no llevan huevo, ni leche, ni harina, ni azúcar. Por tanto, los intolerantes a la lactosa y al gluten están de suerte. Y las personas diabéticas o aquellas que siguen una dieta vegana pueden sustituir la miel por sirope de ágave, preferiblemente del oscuro, siempre teniendo en cuenta que deberán ajustar la cantidad ya que el dulzor del sirope es más intenso. Las podemos tomar con leche, con nuestra bebida vegetal favorita o simplemente solas a modo snack. Os cuento cómo hacerlas.
Necesitamos:
250 g almendra molida
130 g mantequilla cacahuete
110 g miel o sirope de ágave
1/2 cda de canela molida
1 cdta de extracto de vainilla
1 pellizco de sal
Antes de comenzar, insisto en que si vais a utilizar sirope de ágave, al ser éste de sabor intenso, deberíais añadirlo de poco en poco hasta dar con el dulzor deseado. En un recipiente amplio vamos a mezclar todos los ingredientes con una espátula y finalmente con las manos húmedas formaremos una masa.

La colocamos entre dos hojas de papel de hornear y con un rodillo la estiramos hasta dejarla con un grosor de unos 4 mm aprox. Con ayuda de un cortador de galletas mini o con la parte ancha de una boquilla de repostería o sino también con un descorazonador de manzanas… damos forma a las galletas. Aquí armaros de paciencia porque el tema es entretenido. No os engaño si os digo que cuando ya llevaba 250 galletitas estuve a punto de abandonar haciendo una gigante con el resto de la masa y santas pascuas ejejjej…. pero me contuve.

Las vamos a ir dejando sobre una bandeja forrada con papel vegetal. No suelen expandirse en el horno por lo que no es necesario dejar mucho espacio entre ellas. Si se nos queda enganchada la masa al cortador lo pasamos previamente por harina. La masa sobrante la unimos y repetimos la operación hasta terminar con toda.

Ponemos a precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Mientras alcanza la temperatura llevamos la bandeja de las galletas a la nevera a enfriar para que mantengan la forma al hornearse. Introducimos la bandeja en el horno, concretamente en el nivel intermedio y horneamos unos 8-9 minutos aprox. dependiendo de cada horno. Recomiendo estar pendientes de ellas a partir del séptimo minuto, pues al ser tan chiquitas es fácil que en un descuido se nos puedan quemar. Una vez hechas las pasamos a una rejilla a enfriar. Seguro que estaréis tentados a probar una, lo sé, yo también lo estuve. Sin embargo, una vez frías es como apreciaremos ese crunchy y ese sabor tan rico que tienen.

Así que este ha sido mi desayuno de hoy, pero en mi caso con leche bien fría. Las bebidas vegetales de momento se me resisten un poco.

Que lo disfrutéis y hasta la próxima.
Ali