Galette de manzana

La Galette de frutas es una tarta de aspecto rústico que consiste en una base de masa quebrada y un relleno de frutas laminadas, troceadas o enteras (si éstas son pequeñas). Es de aquellas tartas resultonas que te sacan de un apuro en esas ocasiones en que necesitas preparar algo dulce y no sabes el qué. Se elabora con ingredientes que normalmente tenemos en casa y no hace falta utilizar un molde, únicamente hemos de ponerla en la bandeja de horno, como si fuera una pizza. Su nivel de dificultad está al alcance de todos, no se necesitan grandes dotes en repostería.  Además es perfecta para terminar con esas frutas que siguen en el frutero muertas de la risa porque nadie les ha dado salida. Es una tarta de origen francés que no tiene nada que ver con la Galette des Rois, que es una empanada dulce de hojaldre, lo que viene a ser el equivalente al Tortel de Reyes nuestro.

Podemos utilizar cualquier fruta ya que la masa quebrada tiene un sabor bastante neutro, aunque siempre es aconsejable utilizar las que suelten menos jugos para que no ablanden la base al hornearse pues lo suyo es que quede crujiente y no blandurria. Pero, si a pesar de ello, tenemos el antojo de alguna fruta acuosa (frambuesas, arándanos, fresas….) bastará con mezclar una cucharada de almidón de maíz a la fruta para que absorba los jugos que suelten en la cocción y/o poner una fina capa de almendra molida entre la base y la fruta.
El hecho de que sea una tarta rústica no está reñido con la estética, por lo que a la hora de colocar la fruta podemos seguir un patrón para hacerla más atractiva visualmente, ya sabéis que se come antes con los ojos que con la boca.

Por lo general, la forma de esta tarta suele ser redonda, pero en esta ocasión la he hecho rectangular y además en formato familiar, ahí… bien grande…. pa´ que no falte, que esta tarde vienen unas amigas a merendar y no os imagináis qué saque tienen…. Desde el cariño….. ajahajjjj…..

Antes de comenzar con la receta, comentaros que siempre se ha dicho que la manzana reineta es la más apropiada para utilizar en tartas y no seré yo quien lo ponga en duda. Sin embargo, yo, que soy una enamorada de las tartas de manzana en cualquier versión, después de probar con diferentes clases, recomiendo utilizar la de la variedad ralls genet o fuji (son primas hermanas) Éstas en concreto son dulces, firmes, jugosas y crujientes. Pero vamos…. que es solo una recomendación, cada cual que utilice la que más le guste, hay para escoger entre los 7500 tipos que existen, o eso es lo dice la wiki

No me lío más y os cuento cómo hacerla. Mirad, para una bandeja rectangular de 15 x 10 cm necesitamos:

Para la masa quebrada:

400 g harina

180 g mantequilla fría en dados

2 huevos

70 g azúcar

2 cdas agua muy fría

Para el relleno:

azúcar + canela

6/ 7 manzanas tipo ralls genet/fuji…

mantequilla derretida

Para el sirope de canela:

100 ml agua 

150 ml azúcar 

cdta canela + rama canela 

El día anterior vamos a preparar el sirope de canela poniendo los ingredientes en un cazo que llevaremos a ebullición suave durante unos 3 minutos. Una vez que enfríe lo conservamos en un tarro de cristal hasta el día siguiente en que habrá cogido textura y la canela en polvo se habrá disuelto. Cuanto más tiempo de reposo, mejor textura tendrá. Yo siempre tengo en mi nevera un frasco con una ramita de canela, me viene genial para emborrachar bizcochos, les da un puntito muy muy rico. 

Para hacer la masa quebrada es requisito indispensable que la mantequilla esté bien fría. En un bol grande echamos la harina junto con el azúcar y la mantequilla cortada en dados pequeños. Con los dedos pellizcamos los ingredientes hasta conseguir una especie de migas. 

A continuación añadimos el huevo y lo integramos. Finalmente agregamos la cucharada de agua fría que ayudará a unir la masa. No hay que amasarla porque no queremos que se desarrolle el gluten,  simplemente hay que cohesionarla. Si preparamos esta masa en verano, es muy probable que la mantequilla se derrita con el calor de las manos. Si esto ocurre, lo ideal es llevar la masa a la nevera unos minutos y continuar después. 

Una vez que tenemos la masa hecha, formamos una bola, la envolvemos en film transparente y la dejamos reposar en la nevera unos 10 minutos. 

Retiramos del frigo y estiramos entre dos hojas de papel vegetal con ayuda de un rodillo dándole la forma que queramos, en este caso rectangular de unos 12 x 8 cm y de unos 3 mm de grosor aprox. No conviene dejarla muy fina para que no se rompa con el peso de la fruta, pero tampoco muy gruesa para que no resulte pesada a la hora de comerla. Con los restos de masa podemos hacer otra galette más pequeña. 

Con un cuchillo recortamos los cuatro lados para igualarlos. 

Mezclamos el azúcar con la canela en polvo y la esparcimos por la masa dejando unos 4-5 cm por cada lado sin cubrir.  Colocamos la masa en la bandeja donde vayamos a hornearla y ahí montaremos nuestra galette para no tener  traspasarla después y así evitaremos que se nos desmorone.

Lavamos las manzanas, retiramos el corazón, partimos en cuatro y laminamos ni muy finas ni muy gruesas. Podemos pelar la fruta si queremos. Yo esta vez la he dejado con la piel. Estamos diciendo que es una tarta rústica, no….?

Vamos cogiendo grupos de láminas de manzana y las colocamos sobre la masa aplanándolas un poquito con la mano. Hemos de ser generosos con la fruta, pensad que luego al cocinarse encoge un poco. Colocamos las láminas de manzana siguiendo un patrón bonito. 

Cuando ya tenemos toda la fruta colocada, plegaremos la masa de manera que la fruta quede recogida, tal y como podéis observar en la fotografía. 

Pincelamos con mantequilla derretida tanto la manzana como la masa y espolvoreamos con azúcar.

Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Mientras el horno alcanza la temperatura, metemos la bandeja con la galette en la nevera. El contraste de la temperatura alta del horno con la masa fría hará que ésta quede muy crujiente una vez que esté horneada. 

Una vez que ha alcanzado la temperatura, colocamos la bandeja en el nivel medio del horno y horneamos 30´. Cambiamos la bandeja a un nivel inferior y horneamos unos 25´ más. En total, 55 minutos aproximadamente, dependiendo de cada horno.  Retiramos y dejamos enfriar sobre una rejilla sin sacar de la bandeja. Pincelamos la manzana generosamente con el sirope de canela. 

La masa quebrada como su nombre indica se quiebra fácilmente, por lo que dejaremos que se temple y cortaremos las porciones delicadamente con un cuchillo de sierra. 

Podemos tomarla fría o templada. Al no ser muy dulce perfectamente podemos acompañarla de una bola de helado, hacen un tándem perfecto.  También podemos hacer esta tarta con mermelada en lugar de fruta, pero con una buena mermelada, de aquella que tiene tropezones. Eso es precisamente lo que he hecho yo con la masa sobrante. Queda exquisita y aún más rápida de preparar. 

Pues esto ha sido todo. Es una receta estupenda para el fin de semana que está a la vuelta de la esquina.

Os animo a que la hagáis, ya habéis visto que es sencilla y si seguís los pasos no vais a tener ningún problema. De todos modos, para cualquier duda o consulta, podéis hacerlo en comentarios o por instagram, que yo estaré encantada de resolvérosla.

Hasta la próxima. Besos.

Ali

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