Ya tenemos aquí la primavera!! En realidad todas las estaciones tienen su encanto pero ésta como que te aporta bienestar. Por fin colgamos los abrigos, nos vestimos con colores más alegres, los días se alargan y, como no, florecen los campos y eso se percibe en el aire al respirar. Recibamos pues la primavera con estas macetitas comestibles. Con ella los niñ@s van a disfrutar mucho colaborando pero aún más zampándose las chuches.

Para las macetas necesitamos:

pasta brisa

150 g de queso “philadelphia”

12 galletas oreo

En este caso he utilizado pasta brisa  ya preparada porque también sale bien y, la verdad, cuando no tienes tiempo es muy socorrida.

Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Con un aro de cocina o similar hacemos los círculos  y los adaptamos a los moldes.

Pinchamos la masa, colocamos encima un trozo de papel de hornear y añadimos peso con legumbres secas para que la masa no suba. El hecho de poner un trocito de papel es para que la legumbre no se integre en la masa.  Metemos el molde en la nevera. Es importante que la masa brisa esté bien fría al hornearse.

Cuando el horno alcance la temperatura  introducimos la bandeja en la parte central y horneamos  durante 20 ó 25 a 180ºC.

Mientras, vamos a preparar las flores. Para ello necesitamos unos palitos de madera, chuches de colores y colorante comestible en gel color  verde.

Pintamos con el colorante verde los palitos con ayuda de un pincel. Clavamos las tres primeras chuches en vertical  y para unir el resto  cortaremos con un cuchillo afilado un trocito del lado que vayamos a pegar a las que están clavadas en el palillo. Uniremos el pétalo inmediatamente y no cortaremos el otro hasta que el anterior se haya pegado  pues se seca enseguida y después no pega. Cortaremos  también  las hojas del tallo.

Para continuar con las macetas vamos a separar el relleno de las galletas y trituramos éstas hasta que estén bien molidas. Simularán la tierra. Batiremos el queso con el relleno de las galletas hasta conseguir una pasta homogénea.

Retiramos la bandeja del horno, esperamos unos minutos y las dejamos enfriar sobre una rejilla. Seguidamente las rellenamos con la crema y espolvoreamos la superficie con las galletas trituradas.

Finalmente clavamos las flores. Et voilà.