Se acerca la Navidad y con ella días en las que los más pequeños son los  protagonistas de las casas. Y es que con tantos días de vacaciones escolares hay tiempo para todo  y como no, para compartir momentos  que un día recordarán con ternura. Estoy segura de que todos guardamos en la memoria algunos de ellos,  en los que nos dejaban colaborar en tareas que para nosotros eran muy difíciles  y después nos adulaban ante los familiares haciéndonos sentir importantes.

Hoy quiero dedicar esta entrada a esos peques, confiando en que disfrutarán,  preparando  divertidos cake pops.

Vamos a necesitar:

Bizcocho de chocolate

queso mascarpone

sprinkles variados

chocolate blanco y negro especial repostería

nata líquida

colorantes alimentarios

fondant y cortadores

palitos de madera

Comenzamos desmenuzando el bizcocho. Le añadimos una cucharada de queso crema, lo suficiente para ligar la masa.  No hay que excederse porque quedaría muy blando para hacer las bolas.  Yo he usado queso  mascarpone porque su sabor es  bastante neutro y no altera el  del chocolate.  Lo mezclamos con ayuda de un tenedor y después acabamos ligando la masa con las manos, sin amasarla demasiado.

Hacemos unas bolas de unos 25 g. cada una. Mojamos la parte roma de los palitos en un poco de chocolate derretido,  indistintamente blanco o negro, y los insertamos hasta la mitad de las bolitas. El chocolate hará de sellador. Yo he utilizado los palitos de madera ya que los de plástico no aguantan el peso y tienden a doblarse. Meteremos las bolas en el congelador. De esta forma nos resultará más fácil bañarlas ya que el chocolate enfriará pronto y se evitará el goteo en exceso del chocolate sobrante.

 

Derretimos el chocolate negro al baño María o en el microondas en intervalos de 30 segundos, removiendo cada vez para que se reparta el calor y evitar que se queme.El chocolate blanco es más delicado de trabajar, no queda tan líquido al derretirse lo cual complica el baño de las bolas porque queda una capa demasiado gruesa y si a ello le añadimos que enfría pronto al estar las bolas congeladas ya ni os cuento. Así que yo  añadí nata líquida  al chocolate para derretirlo al baño María y así conseguir que estuviese más fluido. Si queréis teñir el chocolate  blanco  debéis hacerlo con colorante especial, sino se convertirá en una masa arenosa y su destino será el cubo de la basura. En sí, el chocolate blanco no es chocolate propiamente dicho. Es una mezcla de leche, azúcar  y manteca de cacao. Por ello, al ser un ingrediente graso necesita un colorante liposoluble.

El colorante lo añadiremos cuando el chocolate esté completamente derretido y lo haremos poco a poco  hasta lograr el color deseado. Lo batiremos enérgicamente con unas varillas o con ayuda de un tenedor para unificar el color.

 

 

Para la decoración podemos utilizar desde los típicos sprinkles, que los hay de infinidad de motivos y colores,  hasta adornos hechos con fondant como por ejemplo estos que he hecho con ayuda de cortadores. Previo a bañar las bolas hay que dejar preparado  los cuencos con los sprinkles y un corcho  o cualquier otro objeto  donde clavarlas para que enfríen (una naranja por ejemplo). Teniendo ya los cuencos con los chocolates derretidos  vamos a ir bañando los cake pops dejando caer el exceso de chocolate girándolos sobre sí mismos y seguidamente los rebozaremos en los sprinkles. Los clavamos en el corcho y los metemos en la nevera a enfriar.

Y hasta aquí la entrada de hoy. Que lo disfrutéis.

Ali