A quien no le gusta preparar la mesa dulce los días de Navidad? Ese momento de recrearse  con la imaginación, intentando presentar  las bandejas  de la manera más atractiva posible y que invite a probar. Son días especiales  en los que nos permitimos más de un capricho con la excusa de que cuando empiece el año nos pondremos en firme a cumplir nuestro propósito: hacer ejercicio y dieta.

Sin duda, el turrón que antes desaparece de las bandejas es el de chocolate. Ese aroma a cacao que nos invade y nos hace caer en la tentación. Hoy os traigo este turrón pero presentado de una forma diferente, en obleas. Yo le he puesto nueces porque, por suerte, en casa tenemos para parar un tren, de las nogueras de mi familia. Pero podéis hacerlo con cualquier otro fruto seco, bien sea almendras, avellanas o incluso arroz inflado, fruta confitada… A vuestra elección.

Para ello vamos a necesitar:

Chocolate 70% cacao

nueces

manteca de cerdo fresca

Lo primero que haremos será tostar las nueces durante unos minutos en el horno y así quedarán más crujientes. Las dejamos enfriar.

Seguidamente vamos a derretir el chocolate junto con la manteca al baño María o en el microondas en intervalos de 30 segundos, removiendo para que no se queme. Una vez derretido, añadimos las nueces y mezclamos bien. La cantidad de nueces es a voluntad. Tampoco hay que pasarse con la cantidad pues entonces el resultado sería nueces con chocolate en lugar de chocolate con nueces. Dejamos templar unos minutos, lo suficiente para que no esté tan fluido.

En una hoja de papel vegetal vamos a trazar unos círculos que nos servirán de guía para que todas las obleas salgan del mismo tamaño. Le damos la vuelta a la hoja para que el chocolate no entre en contacto con el carbón del lápiz.

Y con ayuda de una cuchara vamos rellenando los círculos. Llevamos a la nevera a enfriar hasta que se solidifique bien. Tan simple como eso, pero rico a rabiar.

Como sugerencia de presentación podéis empaquetarlas individualmente en bolsitas.