Curiosamente lo primero que desaparece de la bandeja de los dulces de Navidad  son los nevaditos. Bueno…..en realidad siempre queda el de la vergüenza, allí solo, abandonado a su suerte, ese al que todos están deseando echar mano pero que no se atreven, hasta que aparece el más valiente y se lanza sin piedad a por él. Normalmente suele ser un niñ@ ya que a esa edad  no tienen tan desarrollado el sentido de la vergüenza como nosotros. Quien fuera niñ@! piensa la mayoría. Por fortuna,  pronto se dibuja una sonrisa en la cara de todos cuando la anfitriona de la casa aparece con otra bandeja repletita de estos dulces. Y es que una Navidad sin nevaditos no es lo mismo. Nos han acompañado  año tras año desde la infancia. Que os parece si los hacemos caseros? Es más fácil de lo que creéis. Podéis pedir a vuestros hij@s  que os ayuden, se van a sentir orgullosos cuando les digan que son los mejores nevaditos que han probado en su vida.

Necesitamos (para 30 nevaditos)

450 gr. de harina

200 gr. de manteca de cerdo

125 ml de vino blanco de Montilla

2 cucharadas de azúcar

1/2 cdta de levadura química

1 pizca de sal.

Previo a comenzar sacaremos la manteca del frigorífico un rato antes para que se temple. Cuando ya tenga textura de pomada la mezclaremos con el vino y el azúcar. A continuación  iremos añadiendo de poco en poco  la harina junto con la levadura.

Mezclamos con una espátula y acabamos de amasar con las manos sobre la superficie de trabajo. No manipularemos mucho la masa, lo suficiente para que se integren los ingredientes.  Si es necesario nos untamos las manos con aceite. Formamos una bola, la colocamos en un cuenco, tapamos con papel film y la dejamos en la nevera 5 minutos.

Sobre una superficie enharinada extendemos la masa hasta que tenga un grosor de 1,5 cm  y, con un cortador redondo (o el que más os guste) vamos formando los mantecados que pondremos sobre la bandeja del horno forrada con papel vegetal. Metemos la bandeja en el frigorífico durante 1/4 h  mientras se precalienta el horno a 200ºC.

Una vez el horno ha alcanzado la temperatura colocamos la bandeja en la parte central y horneamos durante los primeros 5 minutos a 200ºC.   A continuación, bajamos la temperatura a 180ºC durante 20´más.  Cuando ya estén hechos los sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Para terminar espolvoreamos la superficie generosamente con azúcar glass.

 

Puedo deciros que están realmente deliciosos. Y estoy totalmente segura de que si probáis de hacerlos no volveréis a comprarlos.

NOTAS:

-Para conseguir la textura un poco hojaldrada típica de los nevaditos es conveniente, como os he comentado, no manipular mucho la masa y dejarla enfriar en la nevera  antes de hornear.

-El vino de Montilla es fácil de encontrar en cualquier supermercado. Si no fuese así podéis utilizar un vino blanco especial para cocinar. Pero os aconsejo que  uséis el que os he indicado, ya que es un vino oloroso y es la clave del sabor único de estos dulces.

-Para conservarlos lo mejor es una lata metálica o una caja de cartón que las hay preciosas y pensadas para regalar.  Si los vais a colocar en varias alturas procurad poner una hoja de papel vegetal entre ellos.

Hasta la próxima!!