Después de las comilonas de las pasadas navidades, esas que comienzan a medio día y terminan a las ocho de la tarde, con largas sesiones de sobremesa y que, no sé a vosotros pero que a mí particularmente me encantan, creo que la mayoría nos vemos en la necesidad de hacer un poquito de bondad durante unas semanitas para darle tregua al estómago y que se relaje un poco, verdad que sí?  Y es que hemos terminado hart@s de tanta celebración, comenzando por la típica cena con los compañeros de trabajo y terminando con los amigos, sin olvidar los días clave que dedicas a la familia. Una bomba de relojería en toda regla.

Y por fin de vuelta a la normalidad! Pero como es muy duro pasar de un extremo a otro (los médicos no lo aconsejan 😉 )  y, a fin de evitar padecer de una ansiedad repentina he pensado que podíamos contentarnos con un dulcecito matinal, jejejej…. aunque sólo sea por quitarnos el gusanillo y, como no… para empezar bien el día que eso es muy importante 😉  Ya que no sabemos que nos deparará la jornada por lo menos que la empecemos con alegría. Y es que uno de los propósitos que deberíamos tener en cuenta es el de mimarnos un poquito más porque, realmente, nos lo merecemos. Así que hoy vamos a preparar unos muffins de chocolate deliciosos. Con las cantidades que os pongo tendremos para unos 14. 

280 g harina

100 g cacao puro en polvo

270 g azúcar 

100 g mantequilla derretida

250 ml buttermilk (leche + zumo limón)

2 huevos “L”

150 g pepitas chocolate o chocolate troceado

1 cta levadura en polvo

1/2 cdta bicarbonato

1 pizca de sal

Antes de comenzar comentaros que habréis visto que entre los ingredientes aparece el buttermillk.  No es ni más ni menos que suero de leche. Se utiliza para dar esponjosidad y mejorar el sabor en bizcochos y bollería. La mayoría de las tartas americanas lo incluyen entre sus ingredientes y os aseguro que es todo un descubrimiento porque la diferencia se nota. Todavía no es fácil encontrarlo en las tiendas porque aquí no tenemos costumbre de utilizarlo, aunque en alguna ocasión sí que lo he visto pero no me digáis donde. Así que hoy vamos a hacer la versión casera por si no lo encontráis. Tan simple como mezclar una cucharada sopera de zumo de limón en 250 ml de leche. Lo dejamos reposar 10 minutos sin remover y ya lo tenemos hecho. Así de sencillo. La apariencia debe ser de leche cortada. En el momento de mezclarlo con el resto de ingredientes lo batimos ligeramente con unas varillas. 

Y ahora sí, empezamos. Precalentamos el horno a 210ºC con calor arriba y abajo. Por un lado tamizamos la harina junto con el cacao en polvo, la levadura, el bicarbonato y la pizca de sal. Por otro lado mezclamos bien la mantequilla derretida con el azúcar, los huevos y el buttermilk. Incorporamos los ingredientes secos a los húmedos, poco a poco sin dejar de remover. Finalmente añadimos 2/3 partes de las pepitas de chocolate o el chocolate troceado y mezclamos.  

Colocamos las cápsulas en las cavidades de un molde rígido. Rellenamos hasta la mitad y esparcimos el resto de las pepitas por encima de cada muffin.

Horneamos en la rejilla central durante 18 minutos aprox. dependiendo de cada horno, como siempre os digo.

Dejamos enfriar y ya los tenemos preparados para darnos el capricho. 

Es increíble como algo tan sencillo puede aportarnos tanta felicidad, sobretodo a los más chocolateros.  

Decidme, podéis resistiros a algo así?  Yo no.  Así que dejémonos de culpabilidades y no nos privemos de endulzarnos la vida, no os parece?  Todo eso que nos llevamos. Siempre podemos compensarlo con una caminata diaria 😉

Consejos y Sugerencias:

     *Se conservan perfectamente en un recipiente de plástico o cristal con tapa. Aunque del día es como mejor están claro está. 

     *El ligero sabor agrio que pueda aportar el buttermilk se contraresta con el bicarbonato. Además el bicarbonato al actuar en combinación con ingredientes ácidos, como el limón en este caso, va a ayudar a que nuestros muffins crezcan y queden aún más esponjosos.  

Que lo disfrutéis

Ali